Existen diversos enfoques para entender a Dios. Los dos principales son el teísmo y el ateísmo.
El teísmo nos habla de que hay un Dios, un creador del Universo, que habita en mundos suprasensibles estando separado de su creación.
El sentido del hombre es hacer todo lo posible para ir al cielo al morir, y estar en la presencia de ese Dios.
El sentido del hombre es hacer todo lo posible para ir al cielo al morir, y estar en la presencia de ese Dios.
El ateísmo por su parte, expresa que Dios no existe. Nietzsche, por ejemplo, “entiende a Dios como la gran mentira, el gran narcótico frente a la cruda realidad de la vida humana. Dios era una hipótesis en torno a la cual se había reunido todo el odio y todo el resentimiento ante la vida.”
El Panteísmo. Sin embargo, estos dos enfoques no son la única manera de mirar el asunto. En un punto intermedio está el Panteísmo, una propuesta que está más allá de la controversia entre la existencia y la negación de Dios. Para el Panteísmo, Dios es el Universo, es la vida misma y se expresa en cada instante que vivimos. Según este enfoque Dios no es una entidad separada, sino que es el todo en Todo.
El teísmo, la creencia en un Dios separado del Universo, lleva a las personas a negar y a rechazar la vida. La gente no quiere vivir el Aquí y Ahora porque considera que el presente es algo insuficiente. Entonces todo se dirige al futuro, a la posibilidad de un cielo o una salvación eterna el cual se puede ganar si se está matriculado a una iglesia, se siguen ciertos rituales y se comporta de acuerdo a lo que dicha iglesia considera que es lo “bueno”.
El ateísmo por su parte, crea un vacío que debe ser llenado por algo. Entonces, al no enfocarse hacia un amor por la vida -como sugería Nietzsche- se crea una devoción hacía el estado (como ocurrió en los países comunistas) o hacía una ideología política o filosófica la cual asegura una vida mejor en el futuro.
Creo que la dualidad de estos dos enfoques se zanja con el Panteísmo, el cual considera que Dios y la existencia son una misma cosa. No se debe confundir esto con la creencia de que estamos unidos a Dios, el Panteísmo va más allá y dice que todo es Dios y por lo tanto no necesitamos unirnos a Él ya que nunca estuvimos separados. Pero en el Panteísmo Dios no se parece a la versión cristiana, hinduista, musulmana o de la nueva era donde muestran a un ser externo al mundo. Para el Panteísmo Dios es el mundo y el mundo es Dios.
Así que finalmente, se llega a superar incluso la palabra “Dios”, la cual es causa en sí misma de conflictos, diferencias e interpretaciones, para celebrar la vida misma, la existencia, el Universo, considerando que la cosa más sagrada que existe es el instante presente contenga lo que contenga. Siendo así podremos llegar a decir que:
“La verdad es que amamos la vida,
no porque estemos acostumbrados a ella,
sino porque estamos acostumbrados al amor.”
(Así habló Zaratustra)
Walter J Velásquez en Ser el Ser
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