Un famoso maestro zen, tras algunos años de constancia en la meditación, había llegado a la Iluminación. Sus discípulos, con gran respeto y veneración, le preguntaron:
El hombre respondió:
- Bien, voy a contarles lo que ella me dio:
Cuando como, como.
Cuando miro, miro.
Cuando escucho, escucho...
Eso fue lo que me dio la iluminación.
Los discípulos, algo decepcionados, dijeron:
- ¡Pero todo el mundo hace eso!
Y el maestro se rió a carcajadas.
- ¿Todo el mundo hace eso?
Entonces, ¡todo el mundo estará iluminado!
No hay comentarios:
Publicar un comentario