En este ensayo, Gerrit Gielen explora las consecuencias que aporta la noción del tiempo no-lineal al campo de las terapias de regresión. Argumentando que hacer contacto con tus vidas pasadas no se trata tanto de recordar algo que ya ha pasado y que está terminado. Sino que es una interacción creativa con presencias vivientes que aún están creciendo y evolucionando al igual que tú mismo. El pasado es tan abierto e indeterminado como lo es el futuro. Esto ofrece una luz nueva al significado de terapia de regresión, ofreciendo maravillosas oportunidades de sanación.
Del campo de la ciencia, la filosofía, y el misticismo proviene el argumento que dice que la progresión del tiempo lineal así como la experimentamos, realmente no existe. Esto está expresado con mayor evidencia en la Teoría de la Relatividad de Einstein, la cual explica claramente que el “ahora” no es un momento único. El momento experimentado por una persona como “ahora”, puede estar en el futuro para otra persona, y en el pasado para alguien más. Dependiendo de su posición en el espacio y de su movimiento. Eventos que ocurren al mismo tiempo para uno observador, pueden ocurrir en diferentes momentos para otro observador. Pero si el “ahora” no es un evento singular o único, entonces nuestros conceptos tradicionales de tiempo colapsan, y la división del tiempo en presente, pasado y futuro se desmorona. Esto significa que el pasado no es fijo. Todo tiene lugar en el “ahora” – incluyendo nuestras vidas “pasadas”.
Para responder esto, primero quisiera dirigirme al significado de los recuerdos. Si recordamos algo, estamos yendo, psicológicamente, hacia otro punto en el tiempo. Conectamos nuestro “ahora” con otro “ahora”, que para nosotros, se encuentra en el pasado. Sin embargo, si el pasado, presente y futuro son en realidad parte de un extendido “ahora”, entonces el pasado no es algo que sea definitivo y terminado. Recordar no es un proceso pasivo, sino una interacción con una energía viviente, es decir, una interacción con la parte de nosotros que está experimentando ese momento pasado en particular como su “ahora”- su realidad. Además, mientras nos acercamos a ese Yo-del-pasado a través de los recuerdos, la interacción fluye en ambos sentidos. Si nos conectamos con un momento en el pasado, tocamos ese otro “ahora” con nuestra energía, influimos en él, y también recibimos energía e información a cambio.
Si el tiempo lineal es una ilusión, recordar es comunicarse
Recordar es, de hecho, un proceso de comunicación. Recordar es comunicarse con el pasado. Esto también se aplica a los recuerdos de vidas pasadas. Aquí, también, un intercambio energético tiene lugar entre tu Yo-del-presente y tu Yo-del-pasado. En algún nivel, cada terapeuta de regresiones lo sabe. Un buen terapeuta nunca le pedirá a un cliente que trate de recordar algo. Él siempre hará la sugerencia de ir hacia ese recuerdo durante la regresión. Por ejemplo, puede decir “ve al verdadero origen del problema.” El terapeuta sabe que el segundo enfoque funciona mucho mejor que el primero. ¿Por qué? Debido a que esta instrucción se ajusta más a lo que realmente está sucediendo. Hay algo hacia donde ir: otro “ahora” en el cual el acontecimiento traumático se experimentó por primera vez.
¿Qué ocurre cuando conectas tu “ahora”, tu presente, con otro “ahora” y empiezas a comunicarte con la parte de ti que vive en otro “ahora”?
En mi experiencia, hay tres consecuencias importantes:
I. Sanar el pasado en lugar de revivirlo
Según el punto de vista tradicional, lo que podemos hacer con las experiencias dolorosas del pasado, en la terapia de regresión, es volver a vivirlas y, por lo tanto, suavizar la experiencia. Tomemos, por ejemplo, alguien que tiene miedo a las alturas. Él va a un terapeuta y descubre que en su vida anterior ha muerto en caída libre. Entonces, este evento es vivido un determinado número de veces y el miedo a las alturas parece haber desaparecido.
La visión tradicional diría que la caída mortal en una vida pasada ha creado un miedo que no ha podido ser procesado suficientemente, de algún modo, dando resultado a que se manifieste en esta vida como un miedo a las alturas. Ser consciente de ello y revivir la causa del miedo parecería ser la solución.
Yo, sin embargo, creo que lo que en realidad sucede es lo siguiente: en algún lugar del espacio-tiempo, alguien se está cayendo, y sintiendo miedo. El temor es tan intenso que un grito de ayuda se envía a través del espacio-tiempo y es recibido por una encarnación con una estructura psíquica similar, o por una encarnación de la misma alma, que entonces experimenta el grito de ayuda como un miedo a las alturas. Cuando esta persona entra en regresión, conecta su propia conciencia con la de la persona que está cayendo y de esa manera su miedo a las alturas se calma.
Lo esencial de dejar ir el miedo, en mi opinión, no es revivir el miedo, sino acompañar con una conciencia clara y amorosa al miedo. Esta conciencia lúcida eres tú, en el presente. Al dirigirte al pasado con la mente clara y la intención de sanar, tú realmente tocas tu Yo-del-pasado que está sufriendo, como lo hace un guía espiritual, o un “ángel guardián” si así quieres llamarlo.
Porque tú, como guía o ángel, sientes compasión por la persona con miedo, el otro tú en ese otro “ahora”, y ese otro tú puede dejar de lado su fobia y encontrar paz. En ese pasado, se habrá sentido una sensación de paz y rendición. En este caso, la persona que está cayendo a su muerte puede morir en un estado de rendición, y el trauma resultante de esta muerte será menos intenso. Al recrear el pasado de esta manera, tu presente es afectado: tú mismo, a su vez, también eres liberado del miedo a las alturas.
Estar con tu Yo-del-pasado como su guía o “ángel guardián”
Revivir un trauma de una vida pasada, una técnica que se utiliza a menudo en la terapia de regresión, sólo tiene sentido de un modo limitado. En el peor de los casos, puede traer una gran cantidad de ansiedad y tensión innecesaria. Siento que es mucho mejor para el cliente entrar en la terapia de regresión como un ayudante, como un guía y amigo para sus Yo-del-pasado que sienten dolor. Porque entonces, uno no se identifica con el problema, sino mucho más con la solución: tú no eres la víctima, sino el sanador. No es necesario volver a vivir la oscuridad, sino traer tu luz a la oscuridad.
Especialmente, antes de entrar en una vida pasada, invito a mis clientes a verse a sí mismos como un ser de luz, un ángel que puede viajar a través del tiempo y el espacio. Cuando sienten la verdad en esto, les pido que se dirijan a la persona traumatizada que se encuentra en una vida pasada, y entonces, ser su ayuda enviándole amor, ánimo y comprensión.
Una vez tuve un cliente que había considerado suicidarse en un periodo muy difícil de su vida en el que sufrió de depresión. En un momento, oyó una voz que le animó y le dijo que él no tenía que quitarse la vida. Era una voz de confianza y tranquilidad. Yo le aconsejé que viajara a ese momento difícil en el pasado desde el presente como un ángel. Al final del ejercicio, se dio cuenta de que había sido él mismo quien había sido esa voz, desde el futuro se había ayudado a sí mismo a través de ese período difícil.
II. Entender a la ansiedad inexplicable como una llamada de auxilio
Muchas personas sufren de un miedo inexplicable que en el fondo siempre está presente. Puede estar mezclado con otros sentimientos, como tristeza, dolor o ira. A menudo es un sentimiento que ha estado presente desde la infancia, sin ninguna razón aparente.
Detrás de ese miedo hay siempre un grito de ayuda. Es una llamada desde otro “ahora”, otra vida, o a veces de la propia infancia. En mi opinión, el objetivo de la terapia de regresión es descubrir qué es ese miedo, y ayudar a esa otra persona del mismo modo que ayudas a un amigo necesitado. Vas hacia esa persona, le hablas con palabras de aliento, y lo rodeas con apoyo, amor y comprensión.
En lugar de considerar el miedo persistente como una señal de que hay algo extraño y definitivamente equivocado en ti, puedes considerar como que ese miedo no pertenece a este “ahora”, sino a otro “ahora”, otro “tú” que está llegando a tus manos pidiendo ayuda. Tú – el cliente – eres el único que puede resolver el miedo trayéndole comprensión y compasión, viendo ese miedo como una llamada de ayuda de otra persona. Esta “otra persona” eres tú en otro “ahora”. En cuanto encuentras a esa persona, y lo observas con una conciencia neutral y compasiva, su miedo se convertirá en algo comprensible para ti y será más fácil aceptarlo y gradualmente dejarlo ir. La ansiedad se alivia cuando lo vemos como un problema de otra persona, porque de esta manera tú te disocias de la energía del miedo. Desde la perspectiva objetiva del “ahora”, en el que a menudo no hay motivo para temer, te das cuenta de que tú mismo eres mucho más grande que el miedo y que eres capaz de abrazarlo con una conciencia más expandida.
Así, el miedo se convierte en una puerta que te lleva a otra vida, que te conecta con otro “ahora”. Al permitirte ir gradualmente hacia ese miedo en la terapia de regresión, descubrirás su origen y entonces podrás empezar a sanarlo. A menudo, para crear el cambio necesario y para poder desvincularte del miedo, hace falta simplemente hacer una pregunta: “¿A quién le pertenece el miedo que siento?” Al abordar tu miedo como una llamada de auxilio de otro punto en el tiempo-espacio, estarás creando un puente hacia el miedo. Este puente hace dos cosas que son beneficiosas: crea distancia entre tú mismo y el miedo, y a la vez, trae sanación para el miedo.
III. Creando un nuevo pasado
Otra posibilidad que surge de esta nueva perspectiva del espacio-tiempo es la posibilidad de re-crear el pasado. Si el pasado no es fijo y definitivo, y si recordar es intercambiar energía con ese momento, entonces nuestro enfoque tradicional sobre la causalidad se cae por la borda. Tradicionalmente, los acontecimientos no pueden ser causados por eventos del futuro, sólo por eventos del pasado. Pero ¿qué pasa con el hombre en apuros – del ejemplo anterior – que oye una voz que viene desde el futuro y le dice que tenga fe y que, a causa de eso, decide seguir viviendo? Aquí, el futuro parece tener un impacto muy real en el pasado.
¿Cómo puede la idea de crear un nuevo pasado incidir en la terapia de regresión? A menudo invito al cliente a reescribir el pasado de la siguiente manera. Luego de que ellos se han dado cuenta del trauma que ocurrió en otra vida, les sugiero que se conecten con la personalidad de esa vida pasada antes de que haya ocurrido el trauma. Casi siempre hay un momento crítico, en donde la personalidad podría haber elegido un camino diferente, uno que lo hubiera llevado a un futuro más beneficioso, en el cual el trauma no se hubiese producido. Entonces como en la terapia de regresión, todavía se puede elegir el camino no tomado, uno puede escoger el camino alternativo o ” línea de tiempo ” y activarla.
Imaginemos a una mujer sensible y profética que ha sido quemada en la hoguera como una bruja en una vida anterior. Hubo momentos durante ese tiempo de vida en los cuales ella sintió la necesidad de protegerse un poco más, o tal vez huir, o romper lazos con ciertas personas. En la terapia de regresión, ella intenta conectarse con ese momento crucial, el momento en el cual ella pudo haber tomado ciertas decisiones que le hubieran evitado ser quemada en la hoguera. Si esto funciona, y el cliente se conecta emocionalmente con una realidad alternativa que podría haberse desarrollado, el trauma es borrado parcial o completamente del pasado del cliente.
Para lograr esto, se requiere de los siguientes pasos:
- El cliente realiza una conexión emocional con la vida pasada traumática. El punto de entrada es por lo general el momento del trauma en sí mismo.
- Después de eso, viaja en el tiempo a un momento antes del trauma, cuando la elección decisiva todavía es posible.
- Entonces el cliente comienza a comunicarse con la persona que ella fue en esta vida anterior. Ella le explica a esa persona por qué es que puede y debe hacer la elección positiva. Ella le alienta y le proporciona nuevos puntos de vista, desde una perspectiva mucho más amplia que la que tiene ahora. Esto creará un nuevo y compartido “ahora” con posibilidades de sanación para ambas partes.
- La personalidad de la vida pasada se siente inspirada para tomar un curso diferente y nuevo de acción, y los eventos traumáticos ya no sucederán.
Al enviar sanación a la vida pasada, a cambio se envía sanación de nuevo hacia ti. Mediante la creación de un nuevo pasado, el presente se modifica también. De acuerdo con este enfoque, el pasado no es fijo: el pasado, como el futuro, es un océano de posibilidades. Desde el presente, nuestro actual “ahora”, podemos elegir una y otra vez qué camino tomar, qué línea de tiempo activar, ya sea en el pasado o en el futuro. Nuestras vidas tienen lugar en un espacio-tiempo continuo que se mueve constantemente y cambia, estamos constantemente interactuando con nuestras otras vidas y ellas con nosotros. La parte que hace la interacción es nuestra conciencia, nuestra conciencia consciente. Esta parte es nuestra esencia y es independiente del tiempo y del espacio. Viaja a través de la red del espacio-tiempo, pero no está dentro del tiempo. Es la parte de nosotros que es eterna e inmutable.
Debido a que la conciencia misma es independiente del tiempo y el espacio, es una fuente de luz y sanación para todo lo que existe dentro del tiempo. Cuanto más conscientes somos, más nos adentramos en un reino sin-tiempo, desde donde irradiamos luz a todas nuestras vidas.
En conclusión