Empieza primero por entender quién eres.
El reconocimiento de tu conciencia, de tu identidad, de tu ser auténtico es lo mejor que puedes hacer por ti mismo.
Eres conciencia observándose a sí misma en esta sopa de letras cuántica que llamamos vida o realidad. El ego te hace creer que todo es real, incluso la vida materialista te puede absorber tanta energía que te olvides de que eres, ante todo, conciencia experimentando para evolucionar a un mayor grado de consciencia.
Si en algún momento logras ver más allá y te paras, sentirás la conciencia de tu ser auténtico que te muestra que todo es una película holográfica mental, donde los acontecimientos vienen y se van. Sólo tu esencia, tu verdadero ser, permanece, tras cada altibajo, observándose a sí mismo.
Cuanto más consciente seas de tu poder y energías, más podrás controlar tus experiencias, para elegir sabiamente las más vitales, que son las más armónicas, las que más te alegran el corazón, y así disfrutar más de las conexiones electromagnéticas con eso que llamamos realidad.
Podrás, incluso, si tu grado de consciencia se incrementa lo suficiente, sentir la iluminación completa y el amor universal con todos y con el todo.
Fuente: Mira dentro de ti, Despierta
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