ENTRADA DEL OTOÑO 2021




En el hemisferio norte (el nuestro), el equinoccio de otoño del 2021 se producirá, el miércoles, 22 de septiembre de 2020, a las 21:21 horas de la España peninsular (19.21 GMT). 
La estación durará 89 días y finalizará el 21 de diciembre con la llegada del invierno.

El equinoccio de otoño marcaba, en las culturas antiguas, el tiempo de la cosecha y también representaba la caída de las hojas, la migración de las aves, la vendimia y el comienzo de la temporada más fría del año. Sin embargo, en el hemisferio sur sucede el equinoccio de primavera, y el ambiente entonces se llena de luminosidad y fertilidad.

LAS CARACTERÍSTICAS DEL OTOÑO

El otoño se caracteriza por pintar el paisaje de tonos rojizos, amarillos y dorados. Es también un indicio de que la luz del día comienza a perder fuerza tras la brillantez del verano y, para muchos, es, tal vez, la época del año en la que se comienza a percibir el frío que presagia al invierno con toda su crudeza y majestuosidad.

El término equinoccio proviene del latín “aequinoctium”, que significa literalmente “noche igual”, y esto se debe a que el Sol cruza el ecuador celeste de la Tierra, logrando que sus rayos incidan de la misma manera en el hemisferio norte y en el sur y por lo tanto, el día tiene la misma duración que la noche en todos los lugares del planeta.

En el momento en que se produce el equinoccio de otoño, en el hemisferio norte, el día y la noche duran casi lo mismo, por lo que, en la antigüedad, se creía que la llegada de esta estación marcaba un periodo de equilibrio en el mundo.

Este fenómeno puede ocurrir entre el 21 y 23 de septiembre, de cada año, pero la fecha oficial del equinoccio cambia, debido a que el periodo orbital de la Tierra no es exacto. Tarda 365,24 días en dar una vuelta completa al Sol y, por lo tanto, su rotación tiene algunas variaciones en el tiempo y un desfase que se ajusta en los años bisiestos.

EL MISTICISMO DEL OTOÑO

Pero el otoño, como todas las estaciones del año, tiene una carga de misticismo muy especial desde las culturas de la antigüedad, ya que se relaciona con la época de la cosecha y la preparación para el invierno, en un periodo de transición que busca el equilibrio y la tranquilidad.

En las épocas pasadas, era también el último periodo que se tenía para aprovechar la luz solar, en actividades del campo, antes de pasar al invierno; una temporada en donde todo escaseaba y el frío complicaba la vida de las personas. Por lo tanto, el otoño jugaba un papel fundamental en esta transición de la luminosidad y lo radiante del verano a la inmovilidad que representaban los últimos meses del año, a la espera, nuevamente, del resurgimiento de la vida con la llegada de la primavera.

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