La enseñanza sistemática del Yoga es lo más destacado de las escrituras hindúes. El Yoga es la unión o identificación del yo inferior con el Yo superior, y el método que se utilice dependerá, en gran parte, de las ideas sustentadas por los seguidores de los diferentes sistemas de Yoga
respecto de la naturaleza superior.
respecto de la naturaleza superior.
Se considera generalmente que el Yoga es de cuatro clases, y será útil comprender y reconocer la diferencia que existe entre ellas. Tenemos tantos instructores en la actualidad que imparten la verdad, en distintas formas, que es de utilidad saber bajo qué designación genérica se encuentran sus enseñanzas:
1. Hata Yoga
2. Laya Yoga
• Kundalini Yoga
3. Bhakti Yoga
• Mantra Yoga
• Shiva Yoga
• Asparsha Yoga
4. Raja Yoga
Hatha Yoga
Ha sido definido por un instructor hindú como la ciencia del control del cuerpo y la mente, y su meta es la perfección del cuerpo. Trata de controlar la mente mediante el control del cuerpo, y es muy materialista en su punto de vista. Si se persiste en esa práctica, se pone bajo control consciente todos aquellos órganos del cuerpo (corazón, estómago, pulmones) que ahora funcionan automáticamente.
H. P. Blavatsky define al Hatha Yoga como la "forma inferior de la práctica de yoga que utiliza los medios físicos para el autodesarrollo espiritual”. Es lo opuesto del Raja Yoga.
Al adoptar ciertas posturas, la regulación de la respiración y otros métodos psicofisicos, se busca el crecimiento del alma. Sin embargo, se debe recordar que es posible desarrollar algunos de los poderes o siddhis y no ser espiritual.
Laya Yoga
Este yoga es la contraparte psíquica del Hatha Yoga, y concierne al cuerpo vital y al control de las energías y las fuerzas que circulan en éste. La finalidad del Laya Yoga es desarrollar y purificar los seis centros en la columna vertebral etérica, de manera que el fuego kundalini se libere desde el séptimo centro. En otras palabras, este método intenta poner bajo control consciente a: (a) la respiración, (b) las actividades de los centros o chakras, y (c) el fuego kundalini en la base de la columna vertebral y los tres canales de la columna.
Desde la noche de los tiempos, hubo siempre Escuelas que enseñaron cómo abrir los centros y cómo elevar el fuego de kundalini por la columna vertebral. Los Maestros de la Sabiduría no aconsejan trabajar con los centros, sino vivir una vida de amor, luz y servicio y, a su debido tiempo, estos centros, como resultado de nuestra conciencia en expansión y dedicado servicio, se abrirán y nos inundarán con energías superiores y más abundantes.
El Laya Yoga afecta poderosamente al sistema nervioso; y su práctica -para los que no están preparados espiritualmente ni dirigidos por un experto- es responsable de la locura, la neurosis y el desequilibrio de muchos de sus adeptos, especialmente en Occidente.
Bhakti Yoga
Es conocido como el sendero de la devoción. Aquí el énfasis se pone en el amor, en la autoentrega al Supremo Espíritu, personificado en alguna forma. Ésta puede ser una encarnación de la Deidad, como Cristo o Krishna, un hombre convertido en un Dios, o una imagen mental de un Dios personal. Este es el yoga sobre el cual se basan la Cristiandad y otras grandes religiones. Es el sendero que ayuda a muchas personas a comenzar su ascenso hacia la cumbre de la montaña de la unión espiritual. Sin embargo, como ya ha quedado demostrado por los santos, y con el fin de progresar hasta las inclinaciones superiores, la vida personal debe ser completamente entregada a la Vida Divina. Este es el camino para aquellos de naturaleza emocional, cuya alegría es perderse a sí mismos en adoración al Ser Supremo.
Las principales variantes de Bhaki Yoga son:
a) Mantra Yoga, la ciencia de cómo usar el sonido para afectar al cuerpo, las emociones y la mente, y para controlar las energías de la naturaleza;
b) Shiva Yoga, forma de contemplación del Yo Supremo; y
c) Asparsha Yoga, el yoga del desapego, que permite vencer el espejismo de los demás y del mundo, en el cual se logra un estado de conciencia donde el individuo percibe lo efímero de todos los fenómenos.
Raja Yoga
Etimológicamente, es el yoga “rey” o supremo. El Raja Yoga trata de controlar la naturaleza inferior y el cuerpo mediante la mente, así como el Hatha Yoga trata de controlar la mente por medio del cuerpo. El Raja Yoga es la técnica de unificación con el Alma, nuestro Ángel Solar.
El mejor ejemplo de esta técnica la encontramos en los Yoga Sutras de Patanjali, en donde se da la técnica científica para desarrollar nuestra conciencia de Alma y eventualmente actuar como Almas. Los Yoga Sutras de Patanjali eran los libros de texto de las escuelas de desarrollo interior, donde se instruía a discípulos e iniciados. El Bhagavad Gita y el Nuevo Testamento son demostraciones, a través de un drama viviente, de los resultados de esta técnica interior. En el Raja Yoga, el alma humana en desarrollo está en la Luz del Ángel Solar, y trata de absorber esa Luz y fundirse con su fuente. Por esta razón, Patanjali sugiere la técnica de los Cuatro Puntos de Vista, que introducen a un hombre en la conciencia causal, en los planos mentales superiores, y en la fusión con el Ángel Solar. Un ser humano liberado es quien puede llegar a este estado de conciencia y actuar como el Señor de su personalidad.
Un Raja Yogi avanzado tiene poderes psíquicos altamente desarrollados. Debido a éstos, se llama Raja, rey, quien tiene gran control sobre su yo inferior y gran control sobre las energías y leyes de la naturaleza.
El método del Raja Yoga es detener la mecanicidad de la mente, detener sus movimientos, detener sus modificaciones y hacer de ella un limpio espejo que refleje las grandes visiones, ideas y bellezas vistas a través de los ojos del Alma. Un Raja Yogi debe ser muy vigilante de sus pensamientos, palabras y acciones para no dañar a ser viviente alguno, y llevar siempre en su corazón una fuente de compasión hacia todos los seres sensibles. Deberá usar todas sus energías para la construcción del puente interior y para el servicio de la humanidad. Deberá enfocarse hacia su meta con todo su corazón y toda su mente, y estar siempre en la luz del Alma. Deberá tratar de convertir toda su vida en una extensa meditación, en un proceso de sublimación, de modo que eventualmente pueda alcanzar su meta, que es la fusión del Alma y la realización del Alma. A medida que su trabajo avanza y se limpian sus huellas de hábitos, acciones mecánicas, recuerdos, ilusiones e impulsos ocultos, el alma humana gradualmente cambia su foco de conciencia y se centra en el Loto, en el mecanismo del Alma, y adquiere la gran sabiduría del Cáliz, acumulada a lo largo de las edades.
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