EL DESPERTAR EN EL ZEN



Despertar, en el Zen,  significa saber lo que en realidad no es. 
Es dejar de identificarnos a nosotros mismos con cualquier “objeto” de conocimiento. 
El despertar casi necesariamente acarrea una sensación de alivio, porque pone fin al habitual calambre psicológico de tratar de apresar la mente con la mente. 
Para conocer la mente deberá ir más allá de la propia mente.

Existen referencias a este despertar en la cultura occidental. 
La famosa “Caverna de Platón” es un referente de la condición humana que parece desenvolverse en el seno de la ilusión tomando los reflejos de las sombras como reales. Platón afirma que sólo saliendo de la caverna se despierta a lo Real, con su consiguiente liberación del sueño en el que vivimos inmersos. Y en general toda la mística cristiana apunta al estado despertar como “Mi reino no es de este mundo” o “La vida es sueño”…

Para lograr tal despertar, no es necesario dejar el mundo, la familia, el sexo, el dinero…

El Despertar tiende a no ocurrir mientras se está intentando escapar del mundo, pensando que, en la negación del progreso o en la huída de las propias responsabilidades, está la libertad. Conviene no huir de la particular experiencia que uno sabe que debe enfrentar y dejar que cada cosa ofrezca su aprendizaje tal como es, superando las resistencias y hallando la paz en el remolino de cuanto nos sucede.
“No os separéis del mundo tratando de ordenarlo a vuestro alrededor”.

Desde la perspectiva de un “camino de vuelta”, se afirma un “fluir” en el que la libertad, con mayúsculas, se puede lograr desde la atención expansiva de la consciencia. Un salto evolutivo que no tiene porqué resultar incompatible con lo que cada cual ha elegido: bien sea la familia y una compleja vida profesional, bien sea el arte, la naturaleza y un cultivado retiro interior. En realidad, ya decía Lao tsé hace tres mil años:
“Todos los radios de la rueda llevan al centro”

Así como todos los caminos conducen a la profundidad del Ser, tan sólo hay un punto de encuentro para entrar en dicho estado de amor y lucidez, y ése es el AHORA.


No hay comentarios:

Publicar un comentario