Los koan son frases, historias o parábolas dentro del budismo zen que buscan provocar una ruptura en el pensamiento discursivo y permitir que un practicante se acerque súbitamente a la iluminación. Uno de los más famosos es el siguiente:
Generalmente se agrega Si te encuentras al Buda en el camino, mátalo, para hacer énfasis en la dualidad y ser específicos de que no se refiere a encontrar al Buda en uno mismo, aunque la frase original de Linji es más abierta.
Esta frase ha sido interpretada de muchas formas y para algunos es considerada un enigma, e incluso una herejía. Pero, aunque tiene una gran riqueza de significado, en realidad no es tan difícil de entender, si uno considera el principio básico del budismo mahayana, según fue expuesto en el llamado tercer giro del dharma: la naturaleza búdica de todas las cosas o tathagathagarbha. Esto además complementado con la transmisión del segundo giro de la rueda del dharma en el que se establece que todos los fenómenos carecen de existencia inherente, es decir, están vacíos de.
El maestro zen Shunryu Suzuki explica en el libro Zen Mind, Beginner’s Mind:
Mata al Buda si el Buda existe en otra parte. Mata al Buda, porque debes de volver a asumir tu propia naturaleza búdica.
En otras palabras, ver al Buda como una aparición, como si fuera una deidad independiente de la propia mente no es algo de lo cual congratularse, es una reificación, y perpetúa la ignorancia, la separación.
Alan Wallace, aunque sin una formación zen (sí con una amplia formación en diferentes escuelas del budismo tibetano), explica este koan desde la perspectiva del dzogchén que, en este caso, coincide muy bien con el zen:
Gyatrul Rinpoche dijo que “Incluso si 1000 budas vienen a ti, no te bendecirán; incluso si 1000 maras vienen a ti no te dañarán”.
El samaya fundamental del dzogchén es “no busques al Buda fuera de ti”.
Esto también aparece en el zen, “si ves al Buda mátalo”.
Si estás reificando al Buda, y lo ves fuera de ti, como algo objetivo, entonces mátalo… No estás matando al Buda, estás matando a tu reificación, estás cortando la raíz del samsara… El Buda es tu propio rigpa (la gnosis primordial) tu propia naturaleza búdica. Así que incluso si en la práctica surge un pensamiento virtuoso, déjalo ir, salió de tu mente, regresará ahí… La compasión más alta es la compasión sin objeto, donde no hay referente con el que uno se identifica y reifica.
Este koan sirve muy bien para tener ecuanimidad y no apegarse a las experiencias positivas que pueden inflar el ego, como puede ser tener visiones en la meditación.
A final de cuentas lo que se busca es la sabiduría y no el placer o la autoafirmación.
La enseñanza fundamental del budismo es que todos los fenómenos que experimentamos son producidos por la mente, por lo cual no existe un Buda allá afuera. Los demonios y los dioses son sólo estados mentales.
La liberación trasciende toda dualidad y reconoce la interdependencia de todos los fenómenos.
Fuente:Cadena Aurea
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