LA LIMPIEZA DEL HOGAR




La limpieza del hogar en el budismo es un fiel reflejo de la limpieza interior
y el monje Tulku Thondup que ha trabajado durante toda su vida en la traducción e interpretación de antiguos textos del budismo tibetano, ha publicado una docena de libros sobre enseñanzas budistas. 

Después de haber vivido en la India y Estados Unidos y de haber participado en la vida pública y académica, en la actualidad se encuentra recluido en un monasterio desde donde mantiene un sitio web. 

Según narra, limpiar el monasterio es una de las tareas espirituales más importantes: Si supiéramos la virtud, el mérito y el propósito de limpiar, seríamos capaces de apreciar la tarea como un privilegio en vez de una carga. No nos parecerá más un trabajo sucio, sino una oportunidad de practicar la meditación de una forma única. Podría convertirse incluso, en una fuente increíble de beneficios, y una forma de crecer en fuerza espiritual, mental y emocional.

Limpiar el lugar que habitamos de una manera consciente puede transformar nuestra vida pues nos permite despejar la mente, fortalecer la concentración, meditar en movimiento y crecer espiritualmente. 

Aquí hay una lista de consejos de Thondup para limpiar nuestro hogar:

1. “Quienes no cuidan los objetos, tampoco cuidan de las personas”. No debemos olvidar que cada  objeto fue creado con el trabajo de alguien y ser cuidadoso a la hora de limpiarlo muestra respeto y gratitud por ese trabajo.

2. Debemos ser agradecidos con las cosas que alguna vez nos sirvieron. Debemos reciclar lo que ya no necesitamos para que nosotros, o alguien más, podamos seguir usándolo.

3. “Si empezamos en silencio, rodeados por la calma, cuando la vegetación y las personas de alrededor aún duermen, nuestro corazón se sentirá en paz, y nuestra mente, despejada”. Es por eso que debemos comenzar a limpiar a primera hora del día. Antes de dormir, debemos ordenar un poco para poder empezar la limpieza al día siguiente.

4. Debemos abrir las ventanas y dejar que circule el aire por toda la casa antes de comenzar a limpiar. El aire puro hará que tengamos más ganas de limpiar y además nos permitirá “entrar en contacto con la fragilidad humana, la naturaleza y la fuerza de la vida”.

5. No dejes platos sucios ni residuos de comida durante la noche. Los platos se lavan al finalizar el día y la basura orgánica se convierte en compost para las plantas. Todo en el hogar funciona como un ecosistema.

6. Cuando estés limpiando piensa sólo en la tarea que estás realizando en ese momento. Evita que tu mente divague o se concentre en otras cosas. Mantén tu atención en el aquí y el ahora de la tarea que realizas.

7. Divide  la limpieza con el resto de los miembros de la familia o de las personas con las que compartes la casa. así aprenderas a valorar el trabajo de los demás y entenderás que dependemos los unos de los otros

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