En una ocasión, un amigo del mulá Nasrudín le preguntó a propósito de cierto reloj que tenía el mula en su casa:
- ¿Qué podría hacer?
- Bueno, nunca está bien, nunca marca la hora correcta... Cualquier cosa que hicieras sería una mejora al respecto.
El mulá Nasrudín tomó un martillo y lo golpeó con él. Y el reloj se detuvo.
- Tienes razón, ¿sabes?- dijo Nasrudín- Esto realmente constituye una mejora.
- Yo no quise decir literalmente cualquier cosa...¿Cómo puede estar mejor ahora que antes?
- Bueno, verás, antes de que yo lo detuviera nunca estaba correcto. Ahora está correcto dos veces al día, ¿no es verdad?.
Fuente: Los cuentos que yo cuento
No hay comentarios:
Publicar un comentario