LA MUERTE EN SUAVES CUOTAS


Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite, por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo. 

Muere lentamente quien se pasa con los demás, quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante. 

Muere lentamente quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no pregunta un asunto que desconoce o no responde cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad, depende de cómo lo vivamos

Si te vas a calentar, que sea el sol. 
Si vas a engañar, que sea a tu estómago. 
Si vas a llorar, que sea de alegría. 
Si vas a mentir, que sea la edad. 
Si vas a robar, que sea un beso. 
Si vas a perder, que se pierda el miedo. 
Y si existe hambre, que sea de amor.

Si es para ser feliz, que sea todo el tiempo.

                                                                                     Pablo Neruda




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