La meditación, como ya es de conocimiento de muchos, otorga grandes beneficios a todo aquel que se dedique, en cualquier medida, a su práctica.
Algunas personas suelen pensar que, sin la guía de algún maestro o sin contar con una capacitación especializada, resulta imposible aprender a meditar. Sin embargo, para bien de todos, la meditación no es algo ajeno a ninguno de nosotros, tiene muchas formas de practicarse y se adapta a cada una de las personas que deciden practicarla.
Si estás interesado en formar parte de ese grupo de personas que han adoptado la meditación como práctica habitual y estás aun afinando detalles, te dejamos estas recomendaciones que harán la inclusión de la meditación a tu vida algo accesible y placentero.
*Define un método con el que te sientas cómodo:
La meditación ofrece una gran variedad de formas de aplicarse, de hecho, muchas veces, meditamos sin saber que lo estamos haciendo. Cuando nos concentramos en algo específico y nuestra mente está centrada en el momento presente, estamos practicando lo que llamamos una meditación en movimiento. Si comemos, dibujamos, leemos, caminamos, solo enfocados en ello, estamos meditando.
Ahora bien, dentro de todas las formas de las cuales disponemos para meditar, podemos tomar la que nos llame la atención, por ejemplo, el respirar de forma consciente, solo concentrándonos en nuestra respiración es una técnica sencilla con la cual podemos iniciar.
*Escoge un espacio cómodo para meditar:
Es importante, especialmente cuando estamos iniciando en el mundo de la meditación, seleccionar un lugar tranquilo, limpio, acogedor, que nos brinde las condiciones necesarias para estar allí por algunos minutos sin mayores distracciones alrededor.
*Acota el tiempo de meditación:
Podemos establecer un tiempo finito al comenzar, inclusive desde 5 minutos, la práctica será beneficiosa para nosotros. Es preferible comenzar por poco tiempo e ir incrementándolo, que seleccionar largos periodos que en un principio nos cueste dominar.
*Limita tus expectativas:
Mejor aun si no tienes alguna, así no estarás juzgando de forma continua lo que sientes durante o posterior a tu práctica. Meditar no es algo que se logra de la noche a la mañana y el tener expectativas del proceso puede generar frustración y alejarnos de la práctica.
*Trata de relajarte antes de tu práctica:
Si bien cuando nos sentamos con la intención de meditar, normalmente hayamos darle algo de tranquilidad a nuestra mente, el iniciar la práctica calmados nos arrojará mejores resultados.
*No rechaces tus pensamientos:
No intentes alejar tus pensamientos a través del rechazo, seamos considerados con nuestras mentes, cuando venga un pensamiento a nuestra mente, observémoslo y, sin engancharnos, dejémoslo pasar.
*Practica:
La meditación se mejora con el día a día, con práctica tras práctica. Quizás no logres tener una mente en blanco, pero sin duda recibirás todos los beneficios de la práctica, y algunos los sentirás desde el primer día.
Anímate y adopta la meditación como uno de las mejoras cosas que podrás hacer por tu vida.
Sara Espejo en Rincón del Tibet
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