EL VALOR DE LA VIDA



Los Ch'in capturaron a una hija del gobernador de Ai. Los primeros días de cautiverio la muchacha empapó su vestido con lágrimas; más tarde, cuando la llevaron al palacio del príncipe y vivió en la riqueza, se arrepintió de su llanto. 

¿Cómo saber si los muertos se arrepienten ahora de la codicia con que se aferraron a la vida? 

Un hombre sueña que concurre a un banquete y se despierta para llorar y penar. Otro sueña un entierro y se levanta para asistir a un convite. Mientras soñamos, no sabemos que soñamos. Sólo hasta que despertamos sabemos que estábamos soñando. 

Mientras el Gran Despertador no nos despierta, no sabremos si esta vida es o no un largo sueño. 

Pero los tontos creen que ya han despertado...

Chuang Tzu

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