Instrucciones básicas:
Siéntate tranquilamente y sonríe
Sonríe de la forma más potente, pura y amplia que puedas. Sonriéte a ti, sonríe al mundo, empapate de la energía de la alegría... ¡La sonrisa iluminará tu alma!
Sonriele a tus pensamientos con cariño y desprendimiento, deja que fluyan sin juzgarlos ni aferrarte a ellos.
La sonrisa tiene un poder mágico que cambia todo lo que toca... Compruébalo.
Concédete unos minutos cada día para sonreir...
El efecto que producirá en tu vida será maravilloso!!
Instrucciones al detalle:
Siéntate en un lugar cómodo, con la espalda recta, o túmbate en un lugar que no sea excesivamente blando.
Haz unos minutos de respiración consciente, para relajarte.
Visualiza a una persona que tú quieras (familiar, amigo, a tu pareja) sonriendo. Deja que esa sonrisa te llegue y te invada.
Y sonríe tú también. Sonríe con los labios y con los ojos.
Con tu intención, envía esa sonrisa que tienes en tu rostro a la articulación de la mandíbula.
Nota como la energía de la sonrisa llega a la articulación y relaja los músculos que hay en ella. Puede ser que notes un cosquilleo, calor, o simplemente, que percibas cómo los músculos van relajándose. Déjate querer por la sonrisa.
A continuación, visualiza nuevamente a esa persona sonriendo. Deja que su sonrisa te llegue y te invada. Sonríe tú también. Sonríe con los labios y con los ojos.
Envía ahora la sonrisa a los músculos del cuello. Vuelve a notar la relajación de éstos.
Vuelve a visualizar a esa persona sonriendo. Deja que su sonrisa te llegue y te invada. Sonríe tú también.
Envía la sonrisa al corazón.
Visualiza de nuevo a esa persona sonriendo...
Envía la sonrisa al pecho, a los pulmones.
Visualiza otra vez a esa persona sonriendo...
Envía la sonrisa, ahora, a la zona derecha de tu abdomen, donde está el hígado.
Visualiza otra vez a esa persona sonriendo...
Ahora la envías a la parte izquierda del abdomen.
Visualiza otra vez...
Traga saliva y envía la sonrisa junto con la saliva a través del tubo digestivo: esófago, estómago, intestinos.
Visualiza de nuevo.
Envía la sonrisa a tus órganos genitales
Visualiza otra vez
Ahora toca la pierna derecha .
Visualiza.
Envía la sonrisa a la pierna izquierda
Visualiza.
Brazo derecho
Visualiza.
Brazo izquierdo
Visualiza.
Envía la sonrisa a la columna vertebral y deja que la recorra desde las cervicales hasta el sacro.
Por última vez, visualiza a esa persona sonriendo. Permite que su sonrisa te llegue y te invada. Sonríe tú también. Sonríe con los labios y con los ojos.
Y deja que la sonrisa recorra toda tu cara y cabeza.
Luego respira durante unos minutos y abre los ojos.
Si practicas todos los días esta MEDITACIÓN DE LA SONRISA, poco a poco irás notando sus beneficios.
Dicen los expertos que el momento mejor para meditar es un rato antes del alba y un rato antes del anochecer; antes de la salida y puesta del sol; Amanecer y Atardecer; porque son dos momentos del día en que la energía parece relajarse, ponerse expectante ante un cambio.
Busca cuál es el mejor momento para ti y disfruta
La Búha Marga, Terapia chamánica
Fuente: Zona Integral
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