El hígado es un gran depurador del organismo, pero no es raro que se sobrecargue. Con estos aliados hepáticos le ayudarás a eliminar sustancias que te restan energía y a la larga afectan a tu salud.
1.-DIENTE DE LEÓN
Pocas plantas son más eficaces que el diente de león (Taraxacum officinale) para estimular la eliminación a través del hígado y también, por su efecto diurético, de los riñones.
Su componente esencial es la taraxina, cuyo sabor amargo estimula las funciones hepáticas y biliares. Se recomienda como descongestionante hepático, para favorecer la eliminación de toxinas y para potenciar la formación de bilis.
La bilis es el principal instrumento con que cuenta el hígado para deshacerse de los compuestos tóxicos que se quedan atrapados en la grasa de nuestro cuerpo. Un buen flujo biliar mejora la digestión y evita que se acumulen esos compuestos tóxicos en el hígado.
Cómo se toma
Puedes consumir las hojas jóvenes en la ensalada, a las que darán un ligero toque amargo que contrastará con los demás ingredientes.
También puedes prepararte una decocción de la raíz y tomar unas tres tazas al día, antes o después de las comidas. Combinándolo con menta, angélica, poleo blanco o hinojo suavizarás su amargor.
Lo encontrarás asimismo en gotas de extracto líquido, tintura y en cápsulas.
2,-ALGA CHLORELLA
Esta microalga unicelular se considera muy eficaz a la hora de eliminar compuestos que pueden resultar tóxicos para el organismo.
En parte su poder detoxificante se debe a sus propiedades quelantes, que le confieren una gran capacidad para eliminar metales pesados, entre ellos el mercurio. De hecho, algunos dentistas la recomiendan como tratamiento complementario en sus protocolos de extracción de amalgamas.
La chlorella puede ser asimismo una buena aliada de la salud hormonal, pues ayuda a expulsar las estronas, un tipo de estrógenos que en exceso pueden favorecer la aparición de cánceres hormono-dependientes.
También ayuda a limpiar el organismo de compuestos organoclorados como los bifenilos policlorados (PCB), que pueden afectar a la función tiroidea.
Cómo se toma
La chlorella se comercializa en polvo o bien en cápsulas o comprimidos (que suelen contener de 300 a 500 mg de alga en polvo). Una recomendación habitual es tomar de 3 a 6 cápsulas diarias.
Para la eliminación de metales pesados se utiliza a menudo en combinación de cilantro, pues sus acciones se complementan.
3.- N-ACETILCISTEÍNA
La n-acetilcisteína (NAC) es una enzima precursora del glutatión, un poderoso antioxidante endógeno que interviene en la eliminación de metales pesados y sustancias tóxicas.
El hígado divide sus tareas de depuración en dos fases. En la primera fase se vale de enzimas para ir neutralizando los diferentes compuestos tóxicos, que se transforman en otros menos tóxicos para que el organismo los pueda eliminar.
En esta primera fase es importante tener buenos antioxidantes a mano que protejan al hígado de los radicales libres que se generan. Y ahí es donde interviene el glutatión, el antioxidante más importante de todo el proceso de desintoxicación.
Además de la n-acetil-cisteína, otras sustancias que contribuyen a la formación de glutatión son las tres vitaminas antioxidantes (A, C y E), la silimarina del cardo mariano o polifenoles como el resveratrol de la uva.
El glutatión ayuda a eliminar tóxicos como la cafeína, el alcohol, residuos de plaguicidas, estrógenos y compuestos tóxicos que respiramos con el aire contaminado por los coches.
Cómo se toma:
Consume alimentos ricos en cisteína, el aminoácido precursor de esta enzima. Destacan los derivados de la soja, las semillas de girasol y los cereales integrales. También la contienen el ajo y la cebolla, así como las diferentes coles: repollo, coliflor, brócoli, coles de Bruselas...
Además puedes encontrar directamente la n-acetilcisteína en forma de suplemento. Se suele aconsejar una dosis diaria de 500 a 1.000 mg durante periodos de dos o tres meses y luego realizar un descanso antes de empezar un nuevo ciclo.
Busca una presentación sin aspartamo.
4.-CARDO MARIANO
Los frutos del cardo mariano (Silybum marianum) contienen silimarina, una de las sustancias que más pueden hacer por tu hígado.
La silimarina es capaz de limpiar y regenerar el tejido hepático, por lo que se utiliza habitualmente para tratar trastornos hepáticos, reparar los daños producidos por el alcohol y aliviar las intoxicaciones agudas. Entre los problemas hepáticos que puede mejorar se incluyen el hígado graso, la hepatitis, la insuficiencia hepática o la cirrosis.
El cardo mariano protege al hígado frente a los daños que podrían provocar los compuestos tóxicos que ingerimos. Para ello potencia la acción de las enzimas antioxidantes en este órgano y evita que esos compuestos tóxicos penetren en el interior de las células hepáticas. Además ejerce una acción antiinflamatoria en esas células.
Cómo se toma:
Puedes comer las hojas tiernas sin espinas y los corazones del fruto crudos en la ensalada, como hacen algunos pueblos del Sahara.
En infusión o decocción puede tomar hasta tres tazas diarias.
Si lo prefieres en forma de suplemento, la dosis recomendada suele oscilar de 0,5 a 3 g diarios de un extracto seco estandarizado que contenga un 70-80% de silimarina.
5.- D-LIMONENO
El d-limoneno es un terpeno que abunda en la piel de los cítricos. Estimula las funciones depurativas tanto del hígado como de la vesícula biliar.
Por un lado, activa las enzimas hepáticas que intervienen en la eliminación de toxinas y grasas perjudiciales. Puede resultar de ayuda para reducir o prevenir la acumulación de grasa en el hígado.
Por otro lado, ayuda a disolver las grasas que podrían afectar al flujo de la bilis, un elemento esencial en el proceso de depuración.
Cómo se toma:
Tomar uno o dos cítricos al día te puede proporcionar entre 15 y 40 mg de d-limoneno. Pero esta cantidad aumentaría a 50 - 90 mg si comiéramos la piel.
Siempre que puedas, aprovecha la ralladura de los cítricos, pero recuerda que deben ser de cultivo ecológico para evitar plaguicidas que echen por tierra el beneficio buscado sobre el hígado.
Si te gustan los kumquats, aprovecha que pueden consumirse con la piel.
Si te gustan los kumquats, aprovecha que pueden consumirse con la piel.
También puedes encontrar d-limoneno en forma de suplemento. Se suele obtener de la piel de las naranjas y presentar en cápsulas de 1.000 mg.
6.-ALCACHOFA
No hay alimento más indicado para el hígado que la alcachofa, gracias a su contenido en cinarina que estimula la producción de bilis y la digestión de las grasas.
El ácido cafeico también es beneficioso para el hígado.
Cómo se toma:
Riégalas con zumo de limón, introduce un diente de ajo, sazónalas, ponles aceite y prepáralas al vapor durante 30 minutos.
7.-LIMA
Estudios in vitro prueban que el limoneno –un terpeno que se encuentra en la cáscara– bloquea la producción de colesterol malo LDL en el hígado. Esta fruta se considera un protector del órgano depurador.
Cómo se toma:
Condimenta las ensaladas con la piel finamente rallada.
Fuente: CuerpoMente
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