Encuentra ese lugar
que es sin esfuerzo,
en reposo, dentro de ti mismo.
Ser ahí, ser uno con eso.
¡Tira todo fuera, olvídate de todo!
Estás aprendiendo demasiado,
recordando demasiado,
intentándolo muy duro ...
relajarse un poco, dar a la vida la oportunidad
de fluir a su propia manera,
sin la ayuda de tu mente y del esfuerzo.
¡Dejar de dirigir el flujo del río!
En realidad, ser lo que eres es lo más simple.
Lo difícil es dejar de ser lo que no eres,
debido a que deseas mantener
el asimiento de tus apegos.
La libertad es estar libre de apegos
y el apego principal es el «yo»-yo.
La fuerza de la conciencia y de la vida
hacen lo que quieren ...
en un minuto, ponen energía en reparar
el ala dañada de una mariposa,
y al minuto siguiente, envían a un pueblo entero
a ser aplastado con una fuerza tremenda ...
¿qué se puede arreglar?
Tú preguntas:
¿Cómo vivo mi vida?
Pero con la pregunta ahogas la vida misma,
pues la vida es espontaneidad.
Hay un conocimiento intuitivo dentro de nosotros
que somos eternos,
pero esto se cubre con el ruido que creamos
al identificarnos con lo impermanente.
No esperes que la vida sea perfecta.
Deja espacio para lo inesperado.
Entonces esta decepción no será tu asiduo visitante.
Fuente: Lecturas Advaita
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