Los hombres son comparables a muros que están frente a frente. Cada muro está perforado por una multitud de huecos pequeños, donde anidan pájaros blancos y pájaros negros. Los pájaros negros son los malos pensamientos y las palabras hirientes. Los pájaros blancos son los pensamientos positivos y las palabras amables.
Unos y otros, por su forma, solo pueden anidar en huecos de pájaros de igual color: los blancos, en huecos blancos, y los negros, en agujeros negros.
Había, una vez, dos hombres que se consideraban enemigos, Yusuf y Alí.
Un día, Yusuf, convencido de que Alí quería hacerle mal, se sintió lleno de cólera y le envió un mal pensamiento. Para ello, Yusuf sotló un pájaro negro, liberando el hueco correspondiente. Su pájaro negro voló hacia Alí y buscó un hueco vacío para anidar. Alí, por su parte, no envió ningún mal pensamiento, en respuesta al de Yusuf, por lo que no quedó libre ningún hueco negro. El pájaro de Yusuf no encontró donde anidar y volvió, con su carga negativa, a Yusuf, descargando en él su negatividad destructiva.
Un día, Yusuf, convencido de que Alí quería hacerle mal, se sintió lleno de cólera y le envió un mal pensamiento. Para ello, Yusuf sotló un pájaro negro, liberando el hueco correspondiente. Su pájaro negro voló hacia Alí y buscó un hueco vacío para anidar. Alí, por su parte, no envió ningún mal pensamiento, en respuesta al de Yusuf, por lo que no quedó libre ningún hueco negro. El pájaro de Yusuf no encontró donde anidar y volvió, con su carga negativa, a Yusuf, descargando en él su negatividad destructiva.
Al día siguiente, Yusuf volvió a enviarle su pensamiento negativo, su pájaro negro. Alí, esta vez, también emitió un pensamiento malo contra Yusuf, dejando libre el agujero de su pájaro negro. El pájaro de Yusuf, encontró un hueco donde anidar, en Alí, depositando su carga negativa de destrucción. A su vez, el pájaro de Alí encontró hueco negro donde anidar en Yusuf. Así, los dos pájaros negros alcanzaron su meta, produciendo el daño deseado en el destinatario. Cumplida su misión, los pájaros volvieron a su nido de origen, con la carga restante.
Otro día, Yusuf volvió a enviarle a Alí otro pensamiento cargado de ira, dando sueltas a otro pájaro negro. Alí, que había aprendido la lección, le envió un pájaro blanco cargado de bondad. Como no encontraron hueco libre dónde anidar, ambos pájaros regresaron a su casa, cargados con todo su contenido, multiplicando, con su retorno, la ira en Yusuf y la bondad en Alí.
(De autor desconocido, redacción modificada)
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