LA NATURALEZA DE LA MENTE


Nuestro propio pensamiento es nuestro mundo.

Una persona se convierte
en lo que piensa.
Ése es el misterio eterno.
Si la mente mora dentro
del Ser supremo,
disfrutamos de la felicidad eterna.

MAITRI UPÁNISHAD


Hay un gran obstáculo que nos impide conocer al Ser y ese obstáculo es la mente. La mente oculta al Ser y nos lo esconde. Nos hace sentir que Dios está lejos y que la felicidad se debe encontrar en el exterior. Sin embargo, la misma mente que nos separa del Ser, también nos ayuda a reunirnos con Él. 
Por eso los antiguos sabios, que eran verdaderos psicólogos, dedujeron que la mente es la fuente tanto de la esclavitud, como de la liberación; la fuente del dolor y la alegría, nuestro peor enemigo, así como nuestro mejor amigo. Por lo tanto, si hay algo que vale la pena conocer en este mundo, es la mente.


¿Cuál es la naturaleza de la mente? 
La mente no es una sustancia material ni un objeto, sino un latido de la luminosidad del Ser. La mente no es más que una forma contraída de la Conciencia, la misma Conciencia que ha creado el universo.
El Pratyabhijnáhridayam dice: "Cuando Chiti, la Conciencia universal, desciende de su elevado estado de Conciencia pura, se convierte en chitta, la mente". 
La naturaleza de la Conciencia es crear y, aun cuando se limita a sí misma para convertirse en la mente, no pierde su verdadera naturaleza. Así como la Conciencia universal crea infinitos universos en el mundo exterior, cuando se contrae para convertirse en la mente, crea infinitos universos en el interior.

La mente nunca dejará de existir, aunque sus características puedan cambiar. Cuando la mente se vuelve hacia fuera y se mueve entre los objetos externos, se contrae. Las impurezas la cubren y se vuelve mundana. En el estado de iluminación, disminuye la tendencia de la mente a volverse hacia el exterior. En vez de ir hacia fuera, la mente se vuelve hacia dentro. Cuando se dirige hacia fuera y anda entre los objetos mundanos, toma la forma de esos objetos. De la misma manera cuando se vuelve hacia el interior, se funde con el Ser y toma la forma del Ser. La iluminación no es más que la fusión de la mente en el Ser. En las escrituras, a ese estado se le llama la muerte de la mente, pero en realidad la mente no muere. Se disuelve en el Ser y se hace una con él. 
La cualidad esencial de la mente sigue existiendo, pero es distinta de la Conciencia. Mientras el cuerpo humano continúe existiendo y tengamos que vivir en este mundo, la mente nos ayudará a llevar a cabo nuestras funciones mundanas. Sin embargo, en el estado de iluminación, su naturaleza es distinta. No funciona sólo como mente, funciona con todo el poder de la Conciencia. Se estabiliza y se libra de pensamientos, se aquieta. 
La infelicidad no es más que la red de los pensamientos y cuando los trascendemos, disfrutamos de la dicha suprema.



"¿A DÓNDE VAS?
Una guía para el viaje espiritual"
Swami Muktananda

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