Sí, ha leído usted bien. Además de los tratamientos convencionales, a
base de terapias agresivas y cócteles medicamentosos, el cáncer también
puede ser vencido haciendo gimnasia. O, siendo más precisos, combinando
determinados ejercicios con la respiración: el Qi Gong (leido: Chi Kung).
Aunque parezca algo muy novedoso en nuestro país, el Qi Gong es una terapia milenaria originaria de China, donde Qi (Chi) se traduce como “energía natural del universo” y Gong (Kung) significa “práctica” o “dominio”.
Por tanto, debemos entender el Qi Gong como la disciplina de la energía que, junto a la acupuntura, el Tui Na (masaje) y la farmacopea, constituyen los pilares fundamentales de la medicina tradicional china.
Por tanto, debemos entender el Qi Gong como la disciplina de la energía que, junto a la acupuntura, el Tui Na (masaje) y la farmacopea, constituyen los pilares fundamentales de la medicina tradicional china.
Ya puede beneficiarse aquí y ahora de lo que para muchos es la medicina
del futuro. Le invito a que continúe su iniciación en el Qi Gong.
Un soplo de aire puro en la lucha contra el cáncer
En esencia, el Qi Gong es una gimnasia energética orientada al
bienestar y la longevidad. Sin embargo, una vez detectadas sus
propiedades curativas contra el cáncer, comienza a ganar en Occidente
cada vez más reconocimiento como ayuda a los tratamientos
convencionales.
El Qi Gong actúa sobre el organismo de una manera tan sencilla
como extraordinaria. El cáncer encuentra en los tejidos suboxigenados el
aliado perfecto para su expansión y multiplicación. Combinando
ejercicios físicos y de respiración, el Qi Gong satura esos
tejidos de oxígeno, privando al cáncer de su medio favorable. Dicho de
otra forma: un mayor aporte de oxígeno sirve para “asfixiar” al cáncer.
Ni más, ni menos.
A base de inspiraciones y espiraciones alternas coordinadas con un
movimiento equilibrado de piernas y brazos se van purificando pulmones,
corazón, bazo, riñón e hígado.
Oxigenando los cinco órganos principales de la medicina china, usted estará ganando cantidad y calidad de vida.
Inspire. Espire. Es fácil
La práctica del Qi Gong depende del estado de salud de la persona y la patología a tratar. No en vano existen más de 18.000 Qi Gong
distintos, que prueban su eficacia no sólo contra el cáncer, sino
contra múltiples enfermedades, el dolor, la angustia, la depresión, el
estrés, etc. Además es ideal para disminuir el cansancio, favorecer el
sueño y estimular el sistema inmunitario.
Pero lo mejor de todo es que el Qi Gong se practica con
facilidad, está al alcance de cualquier persona y el resultado es
independiente de la habilidad de quien lo practica.
Se lo demostraré con un primer ejercicio:
- Sitúese de pie, separando ligeramente los pies hasta sentirse cómodo y con la pelvis relajada, ralentice la respiración y tome conciencia de su cuerpo.
- Realice dos inspiraciones rápidas seguidas de una espiración más larga.
- Con una profunda inspiración levante las manos hacia el cielo. Espire para volver a bajarlas lentamente, hasta el pecho primero y hasta el vientre después.
Relájese. Acaba de dar el primer paso para purificar sus pulmones.
Es aconsejable practicar el Qi Gong a diario, durante un mínimo
de 30 a 60 minutos. Debe elegir el programa más adecuado a sus
necesidades y dedicarse a él varios meses, pues repetir el mismo
ejercicio crea una asociación en el cerebro y abre rutas energéticas en
el cuerpo, ofreciendo resultados espectaculares.
Cada vez más recomendado para combatir el cáncer
El Qi Gong ha sido reconocido por numerosos estudios médicos y
hay multitud de testimonios contados en primera persona por ex enfermos a
los que auguraron pocos meses de vida y se curaron de cáncer. Millones
de personas lo practican a diario en jardines públicos, escuelas y
hospitales en China, y esta corriente se sigue extendiendo por el resto
del mundo.
Fuente: Salud, Nutrición y Bienestar
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