EL PODER DEL SILENCIO


En el silencio encontramos la habilidad de escuchar; escucharnos a nosotros mismos, a los demás y a Dios.

Escuchar es como un arte olvidado. Sin él no podemos comunicarnos, ni relacionarnos con los demás y por tanto, no podemos vivir una vida significativa. Necesitamos aprender a escuchar.

Sentarnos en silencio nos permite escucharnos a nosotros mismos y comprender. Este silencio puede sanar. Las preocupaciones y el dolor pueden sanarse cuando escuchamos. La medicina espiritual está siempre presente en el alma. Siempre que la necesitemos, hasta el punto en que la necesitemos, podemos encontrarla en el interior.

En el silencio también acumulamos poder espiritual. Este poder del silencio transforma la atmósfera, generando paz donde había intranquilidad. Primero nuestra atmósfera interna y luego la atmósfera a nuestro alrededor, a medida que irradiamos vibraciones silenciosas de paz.

Necesitamos conocer y experimentar con mayor profundidad el poder del silencio. Los instrumentos del silencio son los pensamientos puros, los buenos deseos y el lenguaje de la mirada.

Con el poder del silencio y con el lenguaje de la mirada podemos dar una experiencia de espiritualidad a los demás. Donde las palabras no pueden hacer que una tarea sea exitosa, la experiencia de amor y compasión a través de los medios del poder del silencio, pueden llevarla a cabo.

Para desarrollar la experiencia del poder del silencio, es necesario permanecer introvertidos y en soledad, practicando la experiencia de la conciencia del ser espiritual y la conexión con la fuente eterna de poder espiritual.

Fuente: BKWSU

TODO SUCEDE. Nadie hace Nada.



"La suprema ilusión del hombre es que él puede hacer. Toda la gente piensa que puede hacer, toda la gente quiere hacer, y su primera pregunta se refiere siempre a qué puede hacer. Pero, a decir verdad, nadie puede hacer nada y nadie hace nada. Es lo primero que hay que comprender: Todo sucede". Gurdjieff

Con la Comprensión de que todo eso que se denomina «comportamiento humano» no es más que la Conciencia actuando a través de estos instrumentos, y que no hay acción alguna que sea ejecutada por un hacedor independiente, la cuestión deviene superflua; y se desvanece el juicio de que hay algo incorrecto que precisa ser cambiado. Shiva, el Dios de la danza, baila la danza del Corazón; y Todo Esto simplemente Es. 

No hay errores. No es posible equivocarse. No eres el hacedor de ninguna acción, no eres el experimentador de ninguna experiencia. ¿Cómo podrías ser el cometedor de algún error? Lo que sucede a través de estas cosas cuerpo/mente, sucede. Si ha de haber aprendizaje, lo hay. Otras veces no tiene por qué haberlo. A veces sucede un cambio, otras veces no. A veces tal cambio sigue a una intuición, otras veces la precede. El encadenamiento de causas y efectos y el mandato de mejorarse uno mismo son vistos como partes del sueño/juego. 

La fuente del sufrimiento y de la infelicidad es verdaderamente todo este apego, este aferrarse a nuestras queridas ideas, aun a pesar de que obviamente no funcionan y de que no han provisto a nadie de una felicidad duradera. Pero ya ves, ¿por qué habría alguien de hacer tales cosas? Pues precisamente porque no hay ninguna otra posibilidad. Pero claro, eso no resulta evidente hasta que ocurre el ver.  David Carse

TAICHI Y VIDA

La realidad no nos interrumpe, nos llama. 



El ejercicio es para la vida, no la vida para el ejercicio

LA FUERZA DEL HAMBRE








Esta historia transcurre en el Japón durante un período de hambre.











Un campesino que no tenía con qué alimentar a su familia se acuerda de la costumbre que promete una fuerte recompensa al que sea capaz de desafiar y vencer al maestro de una escuela de sable. Aunque no había tocado un arma en su vida, el campesino desafía al maestro más famoso de la región.

El día fijado, ante numeroso público, los dos hombres se enfrentan. El campesino, sin mostrarse nada impresionado por la reputación de su adversario, lo espera a pie firme, mientras que el maestro de sable, estaba un poco turbado por tal determinación.
— ¿Qué será este hombre?, piensa. Jamás ningún villano hubiera tenido el valor de desafiarme. ¿No será una trampa de mis enemigos?

El campesino, acuciado por el hambre, se adelanta resueltamente hacia su rival. El Maestro duda, desconcertado por la total ausencia de técnica de su adversario.
Finalmente, retrocede movido por el miedo. Antes incluso del primer asalto, el maestro siente que será vencido. Baja su sable y dice:
— Usted es el vencedor. Por primera vez en mi vida he sido abatido. Entre todas las escuelas de sable, la mía es la más renombrada. Es conocida con el nombre de “La que con un solo gesto da diez mil golpes”. ¿Puedo preguntarle, respetuosamente, el nombre de su escuela?

— La escuela del hambre –responde el campesino.



TOMA EL CONTROL DE TU VIDA, VÍVELA

Puedes ser todas las cosas que soñaste, si estás dispuesto a trabajar duramente y crees más en ti mismo. 

Aprende de los errores de los demás: acéptalos, perdónalos. 
No utilices los roles que los otros han desempeñado en tu vida como excusa para tus propios errores. 

Toma el control sobre tu vida y vívela. 

Sigue adelante con el viaje que has iniciado por tu interior. Es el viaje más difícil que has hecho pero el más gratificante.

Saca fuerzas de aquellos a los que amas y deja que los que te aman te ayuden. 

Abre tu corazón; deja a un lado tu imagen y encuentra tu verdadero yo. 

Conserva el orgullo, pero no vivas para él. 

Cree en tu propia bondad y realiza buenas obras. Eres capaz de hacerlas.

Trabaja para ser el que deseas ser. 
Sacrifica los deseos del momento para buscar metas de largo alcance. Los sacrificios serán en tu propio beneficio; te sentirás orgulloso de ti. 

Al enfrentar la vida, muéstrate agradecido por todas las cosas buenas que tienes. Agradece todo el potencial con el que has sido bendecido. Cree en ese potencial y úsalo.

Eres una persona maravillosa, de modo que puedes hacer cosas maravillosas.

La verdadera felicidad debe provenir de tu interior. Hallarás la felicidad si te dejas guiar por tu conciencia; escúchala, síguela. Tu conciencia es la clave para tu felicidad. 

No te esfuerces para impresionar a los demás sino para impresionarte a ti mismo. 

Trabaja para ser quien deseas ser. Todo lo demás vendrá a continuación y tus sueños se harán realidad. 

Karen Poynter Taylor

NO HACERNOS DAÑO

No hacer daño abarca, evidentemente, no matar, no robar y no mentir a la gente. Pero también incluye no ser agresivos: no ser agresivos en nuestras acciones, en nuestro discurso o en nuestra mente. 

La más importante de las enseñanzas budistas sobre el poder curativo de la no agresión es aprender a no hacernos daño a nosotros mismos ni a los demás.

La base de la sociedad iluminada es no dañarnos a nosotros mismos ni a los demás al principio, en el medio y al final. Para crear un mundo sano, hemos de empezar creando ciudadanos sanos, y esos ciudadanos somos nosotros mismos. 

La agresión más grave hacia nosotros mismos, el daño más fundamental que podemos hacernos es permanecer en la ignorancia por no tener el coraje y el respeto de mirarnos a nosotros mismos honesta y delicadamente.

El requisito para no hacernos daño es permanecer atentos, una sensación de ver lo que estamos viendo claramente, con respeto y compasión. Esto es lo que nos ensena la práctica básica. Pero la atención no se detiene en la meditación formal, sino que nos ayuda a relacionarnos con todos los detalles de nuestra vida. Nos ayuda a ver, oír y oler sin cerrar los ojos, los oídos ni las narices. Relacionarnos honestamente con la inmediatez de nuestra propia experiencia y respetarnos lo suficiente como para no juzgarnos es un largo camino que dura toda la vida.

Pema Chödron "Cuando Todo se derrumba"

EL BUSCADOR.

Cuento Sufi


En una ocasión, un místico Sufi, llamado Sheikh Farid, se dirigía hacia el río a tomar su baño matutino. Un buscador le siguió y le preguntó: 
-Por favor, espera un minuto. Pareces tan lleno de lo divino; pero yo ni siquiera siento un deseo por ello. Pareces tan loco, y observándote he sentido que debe haber algo en ello. Eres tan feliz y extático y yo soy tan desgraciado... No aparece en mí el deseo de buscar lo divino. Entonces, ¿qué hacer? ¿Cómo crear el deseo?.

Farid miró al hombre y le dijo: 
-Ven conmigo. Voy a tomar mi baño matutino. Báñate conmigo en el río y quizás la respuesta pueda ser dada mientras te bañas. Si no es así, veremos después del baño. Vamos. 

El hombre se quedó un poco intrigado. Este Sheik Farid parecía un poco loco; ¿cómo iba a responderle mientras se bañaba? Pero nadie sabe cómo actúan los místicos, así que le siguió. Ambos se metieron en el río, y, cuando el hombre se estaba sumergiendo, Farid saltó sobre él y le hundió bajo la superficie del agua. El hombre empezó a inquietarse.
¿Qué clase de respuesta era ésta? Al principio pensó que Farid estaba bromeando, pero después la cosa se puso seria. ¡No lo soltaba! Se puso a luchar con él. Farid era un hombre muy pesado y fuerte y el buscador era muy delgado, como suelen ser los buscadores. Pero, cuando tu vida está en peligro…, hasta este hombre tan delgado arrojó a Farid a un lado, saltó sobre él diciendole: 
-¡Eres un asesino! ¿Qué estás haciendo? Soy un pobre hombre. Sólo he venido a preguntarte cómo puede surgir en el corazón el deseo de buscar lo divino, ¡y tú ibas a matarme!.


Farid le dijo: 
-Espera. Quiero que me constes a unas preguntas. Cuando te empujaba hacia abajo y te estabas asfixiando, ¿cuántos pensamientos había en tu mente?. 
-¿Cuántos? Sólo uno: cómo salir afuera a respirar. 
-¿Cuánto tiempo se prolongó ese pensamiento?. 
-Tampoco eso permaneció allí durante mucho tiempo, porque mi vida estaba en peligro. Puedes permitirte el pensar cuando no arriesgas nada. Como mi vida estaba en peligro, hasta ese pensamiento desapareció. Entonces, el salir fuera del agua no era un pensamiento: era todo mi ser
-Lo has comprendido. Esta es la respuesta. Si te sientes asfixiado en este mundo, presionado por todos lados, y si sientes que nada va a pasar en este mundo excepto la muerte, entonces, el deseo de buscar la verdad, o Dios, o como quieras llamarlo, surgirá. Y eso tampoco durará mucho. Poco a poco ese deseo deja de ser un deseo, se convierte en tu ser. La sed misma se transforma en tu ser.

Te he mostrado el camino, -finalizó Farid-.Ahora puedes irte”.

Fuente Planeta Azul

EL AMOR


Si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe.
Y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

El amor es sufrido, es benigno.
El amor no tiene envidia.
El amor no es jactancioso, no se envanece.
No hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor.
No se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

El amor nunca deja de ser. Las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 
Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 

Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 

Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. (Corintios I, 13)


LA INTUICIÓN




"Nunca jamás cierres tu corazón y tu mente. Ni temas lo nuevo, lo extraño, lo no convencional. Mantente listo y preparado para la intuición, para la inspiración, pues a lo mejor te revela algo tan completamente nuevo para ti que quizá ni siquiera tenga forma o sustancia, y tal vez necesites revestirlo con palabras. 

El orgullo intelectual puede ser un obstáculo en este camino espiritual y una auténtica piedra de tropiezo para la verdad. 

No es intelecto lo que necesitas; es inspiración e intuición. El intelecto procede del exterior, mientras que la inspiración y la intuición proceden del interior y no pueden ser influidas por nada exterior. Permite que tu aprendizaje proceda del interior; extráelo de todo lo que tienes en el interior. Te asombrarás de todo lo que contienes. Es ilimitado porque procede de Mí y YO SOY sin límites, y todo lo que es Mío es ilimitado y eterno". (Eileen Caddy)

LA SABIDURÍA TIENE CORAZÓN







El corazón de la sabiduría no se refiere tanto a las enseñanzas comunes de los místicos de todas las épocas, los rasgos generales compartidos por las grandes tradiciones religiosas, el núcleo interno de las religiones o la denominada Tradición Unánime, como a aquello que se ha dado en definir como el conocimiento que, una vez conocido, permite conocerlo todo. Los sabios tradicionales y los místicos así como los filósofos e incluso los científicos, han buscado y siguen buscando la piedra angular de la sabiduría o el conocimiento infalible sobre el que asentar el resto de conocimientos.


Según el budismo, este saber fundamental es el único capaz de liberar de su sufrimiento al ser humano. Hace más de dos mil quinientos años el sabio conocido como el Buda o el Despierto se negó a responder a determinadas cuestiones de orden metafísico aduciendo que no eran pertinentes para resolver el problema del sufrimiento y la insatisfacción del ser humano y, probablemente, también porque pensaba que tales preguntas conceptuales carecen de respuesta definitiva. En ese sentido —explicaba el Buda—, para abordar el problema del sufrimiento, la insatisfacción, la frustración y la inseguridad inherentes a nuestra existencia condicionada, no hace falta resolver cuestiones tales como si el mundo es real o irreal, si Dios existe o no, si el universo tiene una causa o es debido al azar, etcétera, puesto que todo ello no son sino etiquetas superpuestas a lo que sencillamente acaece, ya le asignemos la etiqueta de real o irreal, de material o espiritual, de divino o humano, etcétera. Asimismo, recordemos una vez más que el Buda recomendaba no seguir ciegamente a las personas, las tradiciones y los libros para afrontar nuestros problemas, sino hacer caso tan sólo de aquello que por experiencia directa demuestre ser beneficioso tanto para uno mismo como para los demás. 

Y el llamado Sutra del Corazón de la Madre Sabiduría (Bhagavati Prajna-paramita Hridaya Sutra) nos informa, en su mismo encabezamiento, que la sabiduría tiene corazón. ¿Pero en qué consiste, más exactamente, la sabiduría de la que nos habla esta famosa escritura que, dicho sea de paso, es la síntesis última de una serie de escrituras que desarrollan el profundo tema de la vacuidad, uno de los tópicos centrales de la filosofía budista? Todos los fenómenos externos e internos —incluido el propio yo— están vacíos o carecen de naturaleza propia, de identidad ontológica definitiva o de existencia independiente. Vacuidad también significa que no podemos aplicar etiquetas conceptuales inalterables a los fenómenos ni a nosotros mismos. La perfección de la sabiduría es la última y más elevada de las perfecciones, a falta de la cual el resto de perfecciones bodhisáttvicas (paciencia, generosidad, ética, energía y meditación) pierden su carácter trascendental. 

Fuente y artículo completo en Yoga natural