El miedo es una experiencia universal; lo sienten hasta los insectos más pequeños.
Sentir miedo cuando nos enfrentamos a lo desconocido no es algo terrible; más bien es una parte integral del hecho de estar vivos y que todos compartimos. Reaccionamos ante la posibilidad de encontrarnos con la soledad, con la muerte, ante la posibilidad de no tener nada a lo que agarrarnos. El miedo es una reacción natural al acercarse a la verdad.