EL PRESENTE ESTÁ EN TI


El espacio y el tiempo están juntos. 
In­tenta comprender: si miras al reloj hay pasado y hay futuro, no hay presente. Tu reloj nunca dice lo que es el presente. No pue­de decirlo. Porque apenas lo dice, ya es pasado. Así que las ma­necillas del reloj se mueven del pasado al futuro  no hay presente en tu reloj. No puede haberlo. 


El presente no forma parte del tiempo. Habéis aprendido en vuestras escuelas y vuestras universidades que el presente es parte del tiempo. Eso es ab­surdo. El presente no es parte del tiempo. Has oído repetir tan­tas veces que el tiempo está dividido en tres  pasado, presente y futuro  que se ha convertido en un condicionamiento de tu mente. No. El tiempo sólo tiene dos divisiones: pasado y futuro. 

¿Entonces dónde está el presente? El presente está en ti. Si mi­ras fuera, encontrarás el pasado y el futuro; si miras dentro en­contrarás el presente, y siempre el presente. No hay pasado y no hay futuro. No puede haberlos.

Si entras en tu interior, entras en la eternidad del presente; si miras hacia fuera, entras en el pasado o entras en el futuro.

Y lo mismo sucede con el espacio.  En el espacio hay o iz­quierda o derecha. Si te inclinas hacia la izquierda, es fuera; si te inclinas hacia la derecha, también es fuera. Pero si logras un equilibrio entre las dos, de pronto estás dentro. El punto medio está dentro de ti, no es parte del espacio exterior. 

De hecho, el presente y el medio están juntos: siempre que estás en el presente estás en el medio, siempre que estás en el medio estás en el presente.


El medio no es una posición dentro de ti, es un fenómeno interno, igual que el presente. Así que cuando yo o Lao Tse de­cimos: "Sé equilibrado”, no estamos diciendo que hagas del equilibrio un fenómeno estático en tu vida. No puedes ser estático, tendrás que mantenerlo continuamente, moviéndote a la izquierda y a la derecha. En ese movimiento a veces pasarás por el punto más interno de tu ser y de pronto estarás en el me­dio. Y de pronto encontrarás una implosión  no una explo­sión , implosión. Algo dentro implota, y de pronto ya no eres el mismo. 

Siempre que pasas por la posición del medio interno ya no eres el mismo  te vuelves intensamente vivo, te vuelves in­tensamente inocente, te vuelves intensamente puro y sagrado. En ese momento no existe oscuridad para ti, ni pecado, ni cul­pa. Eres divino, eres un dios. 

Pero no puedes encontrar ese equilibrio de una vez para siempre. No. La vida es siempre un constante equilibrarse, una continuidad. Un continuum. No puedes convertirlo en una mercancía que compraste una vez y ahora está siempre ahí en tu casa. No. Si eres consciente lo per­derás una y otra vez. 

El medio no es un punto fijo en el exterior: puedes alcanzarlo mo­viéndote a izquierda y derecha, u obteniendo un equilibrio en­tre los opuestos, momento a momento, odio en el amor, ira en la compasión.

Osho 
Tao los Tres Tesoros

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