El esmalte de los dientes puede mancharse como la ropa
El esmalte dental es ligeramente poroso, lo que supone que las
partículas finas de los alimentos que usted toma pueden penetrar en él y
quedarse “enganchadas”. Esto explica el “bonito” color púrpura que
adquieren los dientes al comer arándanos, y también al beber vino tinto,
rico en taninos.
- Las bebidas coloreadas como café, té, cola, vino tinto y zumos de frutas oscuras (uva, arándano, etc.);
- Los alimentos de colores fuertes, como moras, arándanos, cerezas, granada, helados de frutos rojos, salsa de tomate o de curry, remolacha, regaliz… Todos estos alimentos contienen pigmentos que se adhieren al esmalte y dejan marcas, que son más duraderas cuanto más poroso sea el esmalte.
Qué hace que el esmalte se vuelva poroso
Todos los alimentos ácidos aumentan la porosidad del esmalte y,
desgraciadamente, estos alimentos son muy numerosos: carnes, huevos,
productos lácteos, aceites vegetales, cítricos, azúcar refinada,
refrescos gaseosos, bebidas energéticas, la cerveza, los edulcorantes
artificiales…
Para evitar dañar su esmalte, evite cepillarse los dientes en la media
hora siguiente a haber consumido alimentos ácidos. Esto dará tiempo a su
esmalte para endurecerse de nuevo.
Los caramelos, los refrescos con azúcar e incluso los zumos de frutas
contienen sacarosa, que recubre el esmalte. Las bacterias que están en
la boca de forma natural, especialmente la horrible Streptococcus
mutans, transforma la sacarosa en ácido láctico, que desmineraliza los
cristales del esmalte, favoreciendo la invasión de bacterias dentro del
diente y su consiguiente destrucción.
No es la cantidad de azúcar que se consume, sino la frecuencia con que
se hace, lo que hace más daño a sus dientes. Cada vez que usted toma
azúcar, el esmalte se desmineraliza y permanece vulnerable durante unos
30 minutos. Así, comer pequeñas cantidades de azúcar de forma continua
es peor para los dientes que una gran cantidad de una sola vez.
Preste especial atención en los días posteriores a un tratamiento de
blanqueamiento dental. Estos tratamientos, realizados a base de agua
oxigenada, aumentan la porosidad del esmalte durante 48 horas. Su
dentista o el instituto de belleza que realice la operación le hablarán
de “solución de peróxido de hidrógeno”, que queda más serio, pero se
trata de lo mismo.
Los alimentos que mantienen blancos los dientes
Sin embargo, no todos los alimentos dejan los dientes amarillos. De
hecho, muchos de ellos contribuyen a mantener su color de perla:
- Las manzanas, las peras, el apio, las zanahorias, la coliflor y los pepinos. Estas frutas y verduras tienen suficiente fibra para lograr un efecto de cepillado de dientes natural.
- La lechuga, las espinacas y el brócoli. Estas verduras contienen un compuesto que produce una fina película que se deposita sobre sus dientes y ayuda a protegerlos contra las manchas. Una razón más para comenzar las comidas con una ensalada verde.
- Los quesos contienen grasas y proteínas que neutralizan los ácidos de los alimentos. El queso estimula la producción de saliva, y además contiene calcio y fósforo, que contribuyen a la protección de los dientes a través de la remineralización del esmalte (formado en un 95% por minerales).
Blanquear sus dientes en casa
He aquí dos trucos que usaban nuestras abuelas para blanquear los dientes en su casa sin ningún riesgo:
- Frotarse los dientes con el interior de una cáscara de naranja, es decir, con la parte blanca que se encuentra entre la corteza y los gajos de la fruta. En lenguaje científico, la parte blanca de la naranja se llama el mesocarpio y contiene sustancias químicas que blanquean los dientes. Frote durante 45 segundos los dientes con esta parte y cepílleselos media hora después.
- Pasta de fresas y de levadura para el horno (bicarbonato de soda): las fresas contienen un compuesto que actúa como un agente blanqueador natural. Aplaste una fresa madura y mézclela con bicarbonato de soda hasta obtener una pasta. Las fresas son ácidas, pero la soda neutraliza la acidez. Aplique esta pasta sobre los dientes, deje actuar 20 minutos y enjuague. Espere media hora y luego cepíllese los dientes para eliminar el azúcar natural de la fresa.
Fuente: Tener Salud
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