La
verdadera felicidad se halla dentro de ti. Se halla en el Atman (Yo
Superior). Es subjetiva. Se manifiesta solo cuando la mente se
concentra. Cuando los sentidos se abstraen de los objetos externos,
cuando la mente permanece fija en un punto, cuando dejas de albergar
deseos y pensamientos, la dicha atmica empieza a amanecer y empiezas a
experimentar la felicidad espiritual o Ananda.
El almizcle se encuentra en el ombligo del
ciervo y, sin embargo, este corre de aquí para allá para olerlo. El
collar se halla en el cuello de la damisela, pero esta corre de un lado a
otro en su busca. El valioso diamante se halla en tu interior, sin
embargo corres en vano tras los trozos de cristal. De igual modo, el
océano de dicha se halla en tu interior, la fuente de felicidad esta
dentro de ti y, sin embargo, corres de aquí para allá en su busca. El
Sol de soles brilla siempre dentro de ti mismo, mas tus ojos cegados no
pueden contemplarlo. El sonido eterno resuena en tu interior, mas tus
oídos ensordecidos no pueden escucharlo.
Ve
adonde quieras, a la India, a Egipto, a Viena o hasta el fin del mundo.
Da lo mismo. No hallaras verdadero descanso. Las maravillosas vistas
podrán relajar tu retina durante apenas un segundo. Pero la atracción y
la repulsión, los celos, la pasión y la avaricia están en todas partes.
Hallaras la misma tierra, el mismo cielo, el mismo aire y la misma agua.
Y llevas contigo a tu propia mente. La imaginación y el cambio de lugar
han engañado siempre a no pocos. ¡Oh hombre! Permanece contento. Vive
donde desees, pero disciplina tu mente y sentidos. Medita en el Ser
Interno incesantemente. Ahí hallaras la paz duradera. Entonces dejara tu
mente de engañarte.
Swami Sivananda
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