CALMAR LA ANSIEDAD CON RELAJACIÓN

El ejercicio de relajación consiste en suprimir la tensión muscular y mental producida por situaciones prolongadas de estrés y tensión, mediante sencillas técnicas y el control de nuestro propio pensamiento que tienen como objetivo alcanzar un estado de calma y paz interior, este es el objetivo de la relajación.

Puede realizarlo cualquier persona (excepto personas con restricción médica por causas especiales, consultar siempre a un especialista) pero está especialmente indicado para las personas que sufren trastornos de ansiedad o depresión, personas expuestas a largos periodos de tensión y estrés, trastornos del sueño o dolores musculares entre otros.


Los beneficios que nos aportan los ejercicios de relajación son entre otros muchos:

- La disminución de los niveles de ansiedad y una mayor capacidad para afrontar situaciones de estrés.

- Aumentan la seguridad y la confianza en nosotros mismos.

- Mejor control de la respiración eliminando la hiperventilación.

- Mejoran la digestión.

- Proporcionan un descanso más profundo y de calidad.

- Mayor capacidad para conciliar el sueño de forma natural mejorando la calidad del sueño.

- Mayor resistencia frente a enfermedades.

- Mejor oxigenación de la sangre.

- Ayudan a equilibrar la tensión arterial.

- Facilitan la recuperación física y mental.

- Aumentan la capacidad de concentración...


COMO HACER LOS EJERCICIOS DE RELAJACION

Puedes hacer estos ejercicios de relajación sentado, de manera que tus piernas queden en angulo recto y ligeramente separadas, apoya tus antebrazos en los muslos y tu cabeza descansando sobre tu pecho, bien relajada. También puedes hacer estos ejercicios tumbado hacia arriba, con las piernas ligeramente separadas y los brazos a lo largo del cuerpo o descansando sobre tu pecho.

Escoge un lugar tranquilo y agradable, con luz cálida, puedes añadir música relajante si lo prefieres, lo importante es que te sientas cómodo.
Realiza estos ejercicios dos o tres veces al día, por la mañana cuando te levantas, a mediodia y por la noche antes de dormir.

EJERCICIO DE RELAJACION DE SCHULTZ

Para comenzar este ejercicio cierra los ojos con objeto de que nada te distraiga, no te preocupes si te distraes, vuelve al principio y continua relajándote.

Respira profundamente, mantén el aire 5 segundos y exala lentamente mientras repites mentalmente estoy completamente tranquilo, cada vez más relajado. Repite esta operación varias veces, te ayudará a relajarte antes de comenzar el ejercicio.

Ahora, que ya estás bien tranquilo y relajado fija tu mente en tu pierna derecha, siente el calor de tu pierna, déjala completamente floja, cada vez más floja y relajada, tómate el tiempo que necesites, repite mentalmente mi pierna derecha está completamente relajada, cada vez más. Igualmente, relaja tu pierna izquierda, siente el calor de tu pierna y repite mi pierna izquierda está completamente relajada, cada vez más, muy lentamente.

De igual modo continua con tu abdomen, siente el calor de esta parte de tu cuerpo y repite mentalmente mi abdomen está completamente relajado, cada vez más relajado.

Continua con tu pecho, siente el calor de tu pecho y relájalo, repite mi pecho está completamente relajado, cada vez más, mi corazón late sereno y mi respiración es fácil y agradable, cada vez mejor.

De igual modo relaja los músculos de tu espalda, siente calor en tu espalda y relájala, repite mi espalda está completamente relajada y destensada, cada vez más.

Relaja tus hombros, siente calor en tus hombros y repite mis hombros están relajados, completamente relajados, mi relajación es cada vez mayor en todo mi cuerpo.

Relaja tu cuello y tu nuca, siente calor en ambas partes de tu cuerpo y repite mentalmente mi cuello y mi nuca están completamente relajadas, cada vez más.

Por último concéntrate en todas las partes de tu cabeza. Siente el calor de tus mejillas, frente, mandíbula y demás partes de tu cabeza , relájalas y piensa mentalmente todas las partes de mi cabeza se encuentran profundamente relajadas, completamente relajadas.

Una vez que hayas relajado tu cuerpo por completo disfruta cinco minutos de la relajación, no pienses en nada, simplemente continua tranquilo y relajado.
Cuando salgas de este ejercicio tendrás una total sensación de descanso y bienestar y un mayor control sobre tus acciones.

Para salir de la relajación respira profundamente, abre y cierra los dedos de tus manos y pies, arriba y abajo, desperézate y abre los ojos, te sentirás totalmente descansado y relajado.

EJERCICIO DE RELAJACION DE JACOBSON

Esta técnica consiste en provocar una tranquilidad mental suprimiendo paulatinamente la tensión muscular de todas las partes del cuerpo, provocada por la ansiedad, mediante la tensión y la relajación muscular voluntaria, prestando especial atención a las sensaciones que se producen.

Para comenzar a relajarte cierra los ojos para evitar distraerte, no te preocupes si te distraes o sin notas alguna sensación desagradable, comienza de nuevo y continua el ejercicio. Toma una respiración profunda, mantén el aire cinco segundos y exala muy lentamente, continua haciéndolo durante todo el proceso de relajación.

Ahora que ya estás en una posición cómoda y preparado concéntrate en tu frente, arruga tu frente fuertemente durante cinco segundos, siente la tensión que se produce en esta parte de tu cuerpo y comienza a relajarla lentamente durante veinte segundos, siente como tu frente se va relajando cada vez más y más, la tensión ha desaparecido completamente.

Cierra los ojos fuertemente durante cinco segundos, siente la tensión que se produce y comienza a relajar tus ojos muy lentamente, siente como la presión desaparece por completo.

Ejerce presión ahora sobre tu mandíbula, aprieta tus dientes y tus labios durante cinco segundos y comienza a relajarlos separándolos ligeramente y prestando atención a la sensación de bienestar y calma que se produce en tu mandíbula.

Continua con tu cuello, ejerce presión y mantenlo tenso durante cinco segundos, relaja tu cuello lentamente y percibe la sensación positiva que esto conlleva.

Encoje tus hombros, elévalos hacia la nuca y ponlos en tensión cinco segundos. Relájalos y déjalos caer lentamente, siente la diferencia entre tensión y relajación.

Céntrate ahora en tu brazo derecho, levántalo y cierra tu puño con fuerza, ejerce toda la presión que puedas en tu brazo durante cinco segundos. Relájalo gradualmente mientras bajas el brazo, abre lentamente tu mano y descansa tu brazo sobre el muslo. Repite esta operación con tu brazo izquierdo.

Inclina tu espalda hacia delante y lleva los codos hacia detrás tensando todos los músculos, siente la tensión que se produce y mantenla durante cinco segundos. Relaja tu espalda volviendo a la posición inicial muy lentamente.

Inspira profundamente y mantén el aire en tus pulmones. Siente la presión de tu pecho y espira muy lentamente relajando todos los músculos de esta zona de tu cuerpo.

Tensa los músculos de la zona abdominal manteniéndolos rígidos durante cinco segundos, relájalos lentamente y presta atención a la sensación de relajación que esto produce.

Contrae los glúteos manteniendo la presión y relájalos lentamente.

Levanta tu pierna derecha, tensa tu muslo y tu gemelo, dirige los dedos de tu pie hacia abajo y mantén la posición durante cinco segundos. Siente la tensión y relaja tu pierna lentamente. Repite la operación con tu pierna izquierda.

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