AQUÍ Y AHORA, mucho más que un juego de palabras.


Aquí y ahora es mucho más que un juego de palabras para cuando logramos asimilar su significado. Es la herramienta más importante para quien despierta a la conciencia, es una forma de vida, es un estado de dicha, y una vez que logras entrar en él, no concibes otra forma de vivir.

Para poder darle forma al real significado del aquí y ahora echemos un vistazo a la línea de tiempo: entendemos que el tiempo es lineal, por consiguiente, vamos del pasado al presente y de éste al futuro. Pero, pensándolo bien, tanto el pasado como el futuro son meras ilusiones, ya que, en este exacto instante (presente), no existen. Lo que acabas de leer ya es pasado, entonces ya no forma parte de tu realidad, como lo es el presente, y lo que viene es el futuro y tampoco forma parte de ésta realidad.

Para poder entender mejor este concepto te invito a que razones un momento.
¿Cuánto dura el presente?... es tan solo un chispazo en el tiempo, carece de medida, ya que, en el momento que decidimos tomar el tiempo en el que éste se desarrolla, ya es un pasado inmediato; en el momento que lanzamos la pelota y ésta se encuentra en el aire, la acción de lanzarla ya es parte del pasado.

El futuro es lo que viene, pero como en el momento que llega ya estamos en presente, el futuro es un estadio de tiempo que siempre se encuentra en el “por venir”.

Entonces, si no podemos estar en el pasado, ya que este es la parte del tiempo en la que encontraremos todas nuestras vivencias, y no podemos estar en el futuro, ya que este estadio de tiempo es el eterno porvenir, en el único estadio de tiempo en el que podemos vivir, amar, comer, respirar y actuar es en el PRESENTE.

Tanto el pasado como el futuro son ilusiones mentales que no forman parte de la realidad, pero, si esto es así, entonces… ¿Por qué hay gente que vive cargando con las mochilas de la culpa o con la angustia de la preocupación?
Esto se debe a que las personas “habitan” mentalmente en la fantasía de estos dos estadios.

Para simplificar nuestra existencia tenemos la herramienta del presente, un viejo dicho reza: “el PASADO es la historia, el FUTURO es incierto, el hoy es un regalo, es por esto que se llama PRESENTE”.

Además de simplificar nuestras vidas desde el aspecto de llevar un camino más liviano sin la carga de pesadas mochilas innecesarias, el presente tiene otra cualidad que nos acerca al mundo quántico.
El presente goza de una particularidad única: en primer lugar, y como lo he detallado arriba, es un efímero chispazo en el tiempo, en el que podemos vivir sin la carga mental de los estadios del tiempo lineal. En segundo lugar, y aunque parezca contradictorio, el presente es eterno, sí, como lo leíste, es eterno porque vivimos en un continuo presente, no se desvanece como el pasado y no hay que esperarlo vanamente como al futuro. 
El presente es eterno, vivimos en el presente en cada microsegundo de nuestras vidas y este aspecto de efímero-eterno es lo que hace al “aquí y ahora”.

El “aquí y ahora” es el punto de partida para quienes estamos transitando por una realidad quántica, diferente a la resultante que el mundo tridimensional nos ofrece. Entendemos que solo en el aquí y ahora somos los responsables de la realidad que se nos presenta y también comprendemos que podemos cambiarla por la realidad que nos plazca. Sabemos que sólo en este estadio podemos transitar nuestra experiencia, ya que, ni en el pasado ni en el futuro, podremos experimentar cosa alguna. Sólo en el aquí y ahora. 
Además, entendemos el terreno de incertidumbre que se nos plantea por no esperar un futuro, ya que sabemos que en este instante lo estamos diseñando, nos libera de ansiedad.

Si te pones a pensar y reduces el tamaño del pasado desde este instante al día en que naciste, o, si crees en la reencarnación, debes ampliar esa medida a una serie infinita de vidas pasadas, y además pones medida a tu futuro, que depende de la expectativa de vida que tengas, va a ser más o menos grande, y si, además, crees en la reencarnación, entiendes que eres eterno. Notarás que estas dos medidas de tiempo son dos inmensas masas continentales que hasta hoy has decidido cargar en tu espalda. 

A cambio, te propongo que tan sólo cargues con el chispazo de tiempo que representa el presente y tendrás la sensación de pesar “toneladas” menos.

Entonces surge la pregunta: ¿Cómo hago para vivir en el aquí y ahora?, ¿Cómo atraigo a mi mente a que acompañe a mi cuerpo en el único estadio de tiempo en el que él puede habitar?

Es simple: RESPIRANDO, sí, sé que suena un poco simplista pero te aseguro que es la única fórmula que existe.
Entiende lo siguiente: es imposible que tu cuerpo respire en el ayer, como también lo es que respire en el mañana. El único estadio de tiempo en el que tu cuerpo puede respirar es en el PRESENTE, así que te sugiero unos ejercicios:

En el momento que te encuentres mentalmente en el futuro (preocupado) o en el pasado (sintiendo culpas o remordimiento), comienza a respirar profundamente, utilizando preferentemente tus fosas nasales. Haz una profunda inhalación y una lenta exhalación, el ritmo al que trabajes este ejercicio debe ser un ritmo al que tú te sientas cómodo, relajado, dejando fluir el aire por tu cuerpo. Comenzarás a sentir una profunda calma y entonces entenderás que comienzas a estar en el aquí y ahora. Si luego de unos minutos no logras apagar los recuerdos o las preocupaciones de tu mente, te sugiero un simple mantra mientras respiras: enfoca en tu mente el sonido “so-hum”; mientras inhalas mentaliza el sonido “so”, mientras exhalas mentaliza el sonido “hum”. Este mantra te ayudará a traer tu mente al aquí y ahora.

Te invito a que hagas este ejercicio durante quince días, todos los días unos 15 minutos por la mañana al levantarte y otros 15 minutos a la noche antes de acostarte, comenzaras a sentir que tus días son notablemente mejores ya que podrás descansar del peso que te estaba agobiando.

Comenzaras a sentir la gratificante sensación del aquí y ahora en tu realidad.

Gustavo Alberto Agüera

Fuente: Buscándome

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