Todo el mundo piensa en este problema. En el nacimiento, ¿se añade un espíritu o no? Cuando morimos, ¿hay algo de menos o no?
Esto no es más que un ejemplo del orden cósmico. Es como la imagen que se ve en la televisión; cuando pulsamos el interruptor se extingue, se desvanece. Pasa del mundo visible al invisible.
Cuando nacemos, ni añadimos ni creamos ningún espíritu nuevo, y éste no viene de ninguna parte. No es más que una realización visible del espíritu cósmico en un cuerpo y en un espíritu.
Cuando morimos, no hacemos decrecer ni desaparecer el espíritu, y no va a ninguna parte. Lo único que hace es volverse invisible, como la imagen de la televisión.
No es más que la aparición y la desaparición del espíritu cósmico único.
Como la relación que hay entre una burbuja visible y el agua, y una burbuja que estalla y se desvanece. Cuando la burbuja desaparece o aparece, el agua ni aumenta ni disminuye.
Taisen Deshimaru en"La otra orilla"
Fuente: Esencia
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