Parece ser que entre los animales, algunos almacenan alimentos para consumirlos en el futuro, pero quizá ninguno de estos seres conserve tantos alimentos como los humanos.
A menudo decimos, “Trabajamos para poder comer”. Pero si ésta es la única razón para vivir, seguramente también vale para los “demonios hambrientos” de los que se habla en el Budismo. Si esto es así, no tiene ningún significado o ventaja vivir como seres humanos.
Por supuesto, si no pensamos para nada en el futuro y sólo nos preocupamos por lo que comeremos hoy, habremos perdido el sentido de ser humanos. Si nuestras mentes sólo se ocupan de la comida, entonces el objetivo principal de la alimentación, o sea, de “comer para vivir”, quedará en el olvido. Sin tomar conciencia de ello estaremos haciendo que nuestros deseos se vuelvan más intensos.
En la actualidad, cuando la gente desea siempre comer manjares deliciosos, lo hace sin necesidad y termina acortando su vida.
Me parece que es necesario pensar sobre la razón por la cual los monjes practican diligentemente comer una sola vez al día. Así podremos reconsiderar la razón por la cual comemos.
Del libro "108 Pensamientos budistas"
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