Maestro, me preocupa a quien seguiré consultando cuando tu te vayas, te mueras o desaparezcas. ¿Cómo seguiré aprendiendo?
Hijo, si yo desapareciera, tu podrás seguir consultando al que siempre has consultado, a ti mismo.
Nada de lo que sabes o has aprendido ha nacido de mi; siempre estuvo en ti y tu mismo lo descubriste.
Así que deja de preocuparte y sigue caminando, porque ni siquiera puedes estar seguro de que yo realmente existo y no soy mas que una simple alucinación de tu mente.
Fuente: Historias de un practicante Zen
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