LA SIESTA



Tomar una siesta de 15-30 minutos puede causar grandes cambios en tu vida. Sirve para alejar el estrés y mejorar la productividad, pero además de eso dormir la siesta también ayuda a tomar mejores decisiones, es bueno para el corazón, regula los ciclos del sueño y mejora la memoria, la creatividad y el estado de ánimo.
Por eso,  debes tomar unos minutos para realizar este poderoso ejercicio que une los beneficios de la siesta y la meditación, y trata de incorporarlo a tu rutina diaria:

1. Estira las piernas durante 30 segundos.
2. Siéntate o túmbate en un lugar cómodo. Puede ser una silla, el sofá o la cama. Si estás en el trabajo y tienes la posibilidad de tomarte unos minutos, date la vuelta o aléjate un poco de tu escritorio.
3. Cierra los ojos.
4. Estira los brazos por encima de tu cabeza y gírala lentamente para estirar el cuello.
5. Haz tres respiraciones profundas despacio, y mantén un espacio entre inhalación y exhalación.
6. Relaja la cara, la mandíbula, los ojos y el cuerpo entero.
7. Ten en cuenta cómo te sientes mientras te relajas.
8. Calma la mente y deja ir todos los pensamientos. Si viene algún pensamiento, acéptalo, déjalo marchar y trata de silenciar tu mente.
9. Ignora los ruidos del mismo modo que ignoras los pensamientos. No te enojes con los ruidos y trata de verlos como si fueran olas en el barco de la meditación. Quédate así, relajado y con los ojos cerrados, mientras los ruidos desaparecen y tú cada vez estás más descansado.

10. Abre los ojos lentamente al cabo de 15-30 minutos. (Si es necesario usa un temporizador o despertador para ello)           
Toma algunas respiraciones profundas y extiende tus brazos, cuello, piernas... Y ve incorporándote poco a poco.

11. ¡Siente el rejuvenecimiento! Los beneficios de la siesta aparecen casi de inmediato. Aprécialos, disfrútalos

(autor desconocido)

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