La
relajación es la base de la que hay que partir para la
práctica de cualquier técnica de
interiorización en la búsqueda de nuestro Ser.
En
sentido práctico, la
relajación nos hará más eficientes en nuestro trabajo, en nuestra
diversión, en nuestras relaciones, y, entre otros beneficios, nos
ayudará a prevenir y reducir muchos problemas de salud o malestar. Y,
más aún, es el primer paso hacía la Sabiduría.
Algunos ejemplos de ejercicios de relajación
1.- Ejercicio sencillo de Relajación, en posición de pie
Sitúate
en un lugar tranquilo y silencioso, a ser posible. De pie, con los
pies algo separados, las rodillas suavemente flexionadas y los brazos sueltos a los costados.
1.- Relaja la cabeza. Siente la relajación en el cuero cabelludo y los músculos de la cara; relaja las mandíbulas.
2.- Los hombros. Si lo necesitas, sacúdelos o ténsalos para soltarlos seguidamente.
3.- Los brazos. Muévelos o ténsalos, si te ayuda, y relájalos, hasta los dedos de las manos. Siente cómo se alargan hacia el suelo.
4.- Relaja el pecho y toda la parte delantera del cuerpo. Siente tu respiración natural, tu abdomen relajado.
5.-La espalda. Siente como se van aflojando todos los músculos hasta las nalgas.
6.- Las piernas. Haz un recorrido de relajación hasta los dedos de los pies. Siente la tensión saliendo por las plantas de los pies.
7.- Tu mente.
Tras relajar tu cuerpo, relaja tu mente. Siéntete aquí. Sin pasado,
sin recuerdos inquietantes. Sin futuro, sin preocupaciones. Aquí y
ahora.
Permanece en este estado de relajación, de Meditación de Pie, durante unos cinco minutos. Disfruta de tu cuerpo sin tensiones y de tu mente sin preocupaciones. Goza de la vida. Vive tu Ser.
2.-Ejercicio de Relajación, con visualización de luz.
Para
quienes tengan una mente rebelde, una imaginación incontrolable, y para
quienes busquen un efecto sanador, quizás les vaya muy bien este otro
ejercicio con visualización.
Elige el que mejor te vaya, altérnalo o practica éste a continuación del anterior.
1.- Imagina y siente una luz blanca (o del color que prefieras) en los más alto de tu cabeza y
hazla descender por tu cabeza, al tiempo que sientes cómo se relajan
tus vértebras cervicales, los músculos de tu cara, tus mandíbulas, tu
cuello.
2.- Ilumina y relaja tus hombros, tus brazos, tus manos. Siente esa luz llegando a la punta de tus dedos.
3.- Haz descender la luz por tu espalda, vertebra a vertebra, hasta tus nalgas.
4.- Ilumina y relaja la parte delantera de tu cuerpo: el pecho, el abdomen, tus órganos internos.
5.- Siente cómo baja esa la luz relajante, lentamente, iluminando tus muslos, tus rodillas, tus piernas hasta los dedos de los pies.
Siéntete
envuelto en esa luz relajante y disfruta, durante unos cinco minutos,
de tu cuerpo iluminado por esa luz cálida y curativa. Vive y goza de tu
Ser de Luz.
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