Zen

Zen es Zen y siempre será Zen, independientemente del orden social en el que se enseñe y practique.

 

La esencia de Zen siempre es la misma: experimentar la realidad. 

Zen remite, por tanto, a un espacio de la experiencia más allá de nuestro pensamiento racional. Nuestro lenguaje sólo puede hacer mera mención de esta experiencia que en Zen se llama "Satori".

Zen es una práctica que redefine nuestro lugar en este universo intemporal. 

Nuestro Yo contempla el mundo de una manera subjetiva. Pero este mundo que vemos no es la verdadera realidad. Representantes de la Física Cuántica y la Ciencia Neurológica reconocen hoy abiertamente que esta supuesta realidad se les escapa y que deja intuir un "nivel" que no puede ser comprendido de forma racional. 

Zen también ha cambiado su aspecto en cada época. La cultura y, sobre todo, el idioma del país al que llegó, le pusieron una máscara diferente. Pero es únicamente esta máscara lo que cambia, nunca la esencia.

Zen quiere llevar a las personas a un nivel que sea el mismo para todas ellas, una vez que lo hayan alcanzado. Entonces ya no importará a qué cultura, nacionalidad o confesión pertenecemos o que ideología tenemos. La nueva línea de Zen pretende transmitir este camino en Occidente.

Fuente: Fundacion-Willigisjaeger