El mestro Zhao Laoshi destinaba, una vez al mes, un espacio, de media hora, entre la ejecución de una tabla y otra de Tai chi, a que alguno de sus alumnos expusiese algún tema de actualidad. Huang Ji se había atrevido a hablar al grupo sobre el acercamiento de nuestro Planeta al Cinturón de Fotones, en el ya avanzado año 2012. Se había generado un animado diálogo, como consecuencia. El maestro Zhao no había comentado nada. Huang lo abordó, en cuando tuvo ocasión:
-Maestro,
sé que no acostumbra a hablar sobre los acontecimientos
catastróficos o venturosos pronosticados para este año 2012. Pero
yo creo que algo pensará al respecto, alguna teoría seguirá.
-Si,
mi querido Huang. Por supuesto que me inclino a favor de algunas
teorías de las muchas que se manejan en estos días. Y, como tu bien
dices, se trata de eso, de seguir más de cerca alguna teoría o
creencia que te merezca tu respeto o afecto, pero sin olvidar, en
ningún momento, que se trata de una TEORÍA por muy aceptable o CIENTIFICA que sea.
-No
se si darme por aludido respecto a mi forma de exponer, el otro día,
en el grupo de taichí, el paso de nuestro sistema solar por el Cinturón de Fotones. Vi en su semblante cierto escepticismo.
-Bueno,
más que escepticismo yo creo que sería cierta incomodidad, no tanto
por la teoría en si, que merece todos mis respetos, sino porque no
lo presentaras como una teoría más. Recuerdo que, hace menos de un año, nos exponías, con la misma seguridad categórica, la teoría de los Agujeros de Gusano de Schwarzschild o Puentes de Einstein Rossen. Es esa forma, tuya y de tantos otros, de exponer el paso por el Cinturón de Fotones, como algo científico, irrefutable, que va a pasar ineludiblemente, lo que me hace poner
esa cara de incrédulo que tu detectaste. Eso es lo que me hace
sentirme incómodo.
-Pero
existen muchas posibilidades de que eso se cumpla. Esa teoría
astronómica está avalada por conocimientos e investigaciones, es acorde con muchas profecías y con revelaciones de contactados. Personalmente la acepto, aunque reconozco que, en torno a ella, se
fantasea en exceso.
-Quizá
sea ese el problema, el exceso de fantasía que la rodea. Tu puedes aceptar el planteamiento probable de que
nuestro sistema Ors está iniciando la salida de la Noche Galáctica, en este 2012, y que, ahora, como cada 11.000 años
redondeando, iniciamos la travesía del Cinturón de Fotones, y que vamos a entrar en la luz de Alcione, en el día galáctico, en donde
permaneceremos durante 2.800 años. Vale, puedes aceptarlo, tienes
motivos para ello; pero no deberías exponerlo como ciencia, como verdad irrefutable, sino como teoría fundada, pero libre y optativa, la mas adecuada a tus
expectativas y creencias, pero no la única e ineludible. Es más, a
quienes he oído exponer esta interpretación astronómica de la
situación no les he oído decir que se trata de una
teoría muy respetable, sino que, en el mismo paquete
“científico”, introducen gran cantidad de gratuitas fantasías,
al exponer la perspectiva o el sueño de lo que va a ser de nosotros
en ese trance futuro, en ese mundo feliz. Eso la desprestigia, obviamente,
-Si,
es cierto, maestro. Sin ir más lejos, el otro día, en mi exposición
al grupo de taichi, no estuve acertado cuando afirmaba rotundamente
que, al elevarse nuestra frecuencia vibracional, como consecuencia
del paso al Cinturón de Fotones, se desarrollarán nuestras
capacidades letentes, como la comunicación sin necesidad de palabras
ni idiomas, el desplazamiento sin necesidad de vehículos, o el vivir
sin necesidad de alimentos.
-Y
otras cosas que se afirman con ese carácter de irrefutables, como lo de la semana de
duración del tránsito o las tres noches de oscuridad. Son cálculos efectuados según
nuestro tiempo que se supone habría dejado de ser aplicable. El problema es
pretender comprender y describir un posible futuro desconocido con nuestros
esquemas mentales y creencias. Y, por ejemplo, para
salvar “el libre albedrío” -concepto clave para algunas creencias religiosas-, acudir a la evacuación a
otros planetas de quienes no aceptan el tránsito voluntario, para
que puedan seguir en esta “trasnochada dimensión” en la que se
encuentran a gusto. Nuestra necesidad de control nos empuja a a no dejar cabos sueltos, a dar solución a todo, a no dejar nada a la incertidumbre y a la improvisación. Me chirría, como decís ahora, esa fantástica programación en la que se llega a vaticinar, por ejemplo, si comeremos o no y, más aún, si haremos el amor y cómo. Me resisto a seguir esas fantasías, aun
corriendo el riesgo de que me manden a una de esas naves que me ha de
evacuar a otro planeta "de tercera".
-Hay
algo que yo estoy experimentando y que para mi es innegable: mi
cambio personal. Se están produciendo, en mi y a mi alrededor, en
personas que conozco, gran cantidad de hechos precipitados que nos
desbordan, con riesgo de no saberlos interpretar, si no nos abrimos a
su lectura.
- Eso si lo ratifico. Hay que estar muy alerta a todo lo
que nos está ocurriendo, de forma tan rápida. Hay una teoría científica -subrayo lo de
teoría- que nos apunta a la posibilidad de que la Resonancia de Schumann, o “Latido de la Tierra”, haya cambiado y siga haciéndolo con respecto al descubrimiento de este físico aleman, W. O. Schumann, que descubrió su frecuenta estable, coincidente con los seres vivos, en 7'8 Hz. Según esta teoría, estaríamos ya en los 12 Hz, lo que supone grandes dificultades de adaptación, con consecuencias de alteraciones físicas y psíquicas, de toda índole. Sea por esta
elevación de frecuencia, sea por el paso del Agujero de Gusano o puente de Einstein Rossen, por el acercamiento al Cinturón de Fotones, o por otras causas que desconocemos, lo
cierto es que la llamada a la “mutación” está patente. Que nada
de lo que nos ocurre a cada uno de nosotros es en balde. Que hay que
estar alerta, muy atentos, a la escucha, en permanente apertura, en
constante fluir con los acontecimientos. Que no nos sirven ya los
programas preconcebidos. Que nuestros paradigmas y creencias están trasnochados. Que ha pasado la época de los gurús, de los maestros, de las religiones. Que no hay nada seguro -nunca lo hubo- y permanente. Que debemos aceptar el
que se mueva el suelo de la estabilidad bajo nuestros pies, sin susto ni temor alguno.
-¿Es
posible, maestro, que ese cambio - tan temido por unos y tan deseado por otros- sea, fundamentalmente, de transformación personal?
-Seguro. Esa teoría si que me gusta. No es tan ambiciosa como otras, pero me gusta. Lo que si me atrevo a decirte es que, en cualquiera de
los casos, la transformación personal es clave, ha de darse forzosamente. La Tierra y la Humanidad formamos una única entidad. Me gusta decir que los seres humanos somos Tierra, Tierra que piensa, siente y ama. La Tierra no va a mutar sin nosotros, nosotros no vamos a mutar sin la
tierra; somos tierra y sólo la mutación de lo que somos será
posible, en toda su plenitud, si se desarrolla en armonía y en
esa unidad indisoluble que formamos gozosamente. Esa es mi creencia y la sigo porque me gusta, porque la siento, porque disfruto con ella. Posiblemente por los mismos motivos por los
que otros siguen otra u otras muy respetables. Yo te puedo decir, mas
allá de las palabras y de las teorías pesimistas y optimistas del
mercado, que siento el 2012 en mi, que lo estoy viviendo.
-Maestro,
si no es mucho pedir y aun sabiendo que no se puede trazar un
quehacer común y que cada uno debe actuar según sus circunstancias,
¿podría darme algunos consejos de su experiencia para vivir el
2012? ¿Qué tengo que hacer?
-*Practica el Wu wei. No hagas nada, sin dejar de hacer, como ya sabes.
*Si sientes la necesidad de hacer algo, HAZ SILENCIO. Pon las condiciones propicias para que pueda desplegarse tu ser en el ahora.
*Déjate invadir por ti mismo.
*Atiende. Escucha. Estate atento a lo que la vida te brinda, en cada momento, que es mucho. Escucha, desde el silencio, los mensajes del Universo que te llegan, constantemente, y no de forma solemne ni aparatosa sino en los acontecimientos ordinarios y sencillos, en los más simples. A veces, es difícil descifrarlos, parecen en clave. Otras veces, el universo nos envía sus regalos en un envoltorio extraño que no nos gusta, y sentimos la tentación de rechazarlos. Por eso la necesidad de estar muy atentos, a la escucha permanente, desde el silencio.
*Yo estoy aprendiendo a no buscar nada, sólo estar. Mis prácticas de meditación, de taichi, de chikung, no tienen otra finalidad que conseguir ejercitarme en el estar aquí y disfrutar en el. Busco el estar, siendo, o el ser, estando. Es algo más que un juego de palabras. Sólo en el estar silente es posible el despliegue de nuestro ser.
*Y no olvides, mi querido Huang, que el cambio, la mutación, la metamorfosis -da igual el nombre que le demos-, es una ventana que se abre desde dentro. Y me permito asegurarte que con la llave del silencio.
*Si sientes la necesidad de hacer algo, HAZ SILENCIO. Pon las condiciones propicias para que pueda desplegarse tu ser en el ahora.
*Déjate invadir por ti mismo.
*Atiende. Escucha. Estate atento a lo que la vida te brinda, en cada momento, que es mucho. Escucha, desde el silencio, los mensajes del Universo que te llegan, constantemente, y no de forma solemne ni aparatosa sino en los acontecimientos ordinarios y sencillos, en los más simples. A veces, es difícil descifrarlos, parecen en clave. Otras veces, el universo nos envía sus regalos en un envoltorio extraño que no nos gusta, y sentimos la tentación de rechazarlos. Por eso la necesidad de estar muy atentos, a la escucha permanente, desde el silencio.
*Yo estoy aprendiendo a no buscar nada, sólo estar. Mis prácticas de meditación, de taichi, de chikung, no tienen otra finalidad que conseguir ejercitarme en el estar aquí y disfrutar en el. Busco el estar, siendo, o el ser, estando. Es algo más que un juego de palabras. Sólo en el estar silente es posible el despliegue de nuestro ser.
*Y no olvides, mi querido Huang, que el cambio, la mutación, la metamorfosis -da igual el nombre que le demos-, es una ventana que se abre desde dentro. Y me permito asegurarte que con la llave del silencio.
-Gracias,
maestro.
J L
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