Un hombre estaba remando en su bote, corriente arriba, durante una mañana muy brumosa. De repente vio que otro bote venía corriente abajo, sin intentar evitarle. Avanzaba de forma tan directa hacia él que comenzó a gritar:
- “¡Cuidado!!...¡¡Cuidado!!
Pero, aún así, el bote le dio de lleno y casi lo hizo naufragar.
El hombre estaba muy enfadado y empezó a gritar a la otra persona, para que se enterara de lo que pensaba de ella.
En ese momento, pudo observar el bote más de cerca. Y precisamente entonces se dio cuenta de que estaba vacío
Thich Nhat Hanh
Fuente: Los cuentos que yo cuento
No hay comentarios:
Publicar un comentario