SILENCIA TU MENTE Y CIERRA TU BOCA



Las palabras nunca pueden portar en sí mismas la belleza de un árbol; para comprenderlo, debes verlo con tus propios ojos. 

El lenguaje no puede captar la melodía de una canción; para comprenderla debes oírla con tus propios oídos.

Lo mismo ocurre con el Tao: la única forma de entenderlo es experimentándolo directamente. 

La verdad sutil del universo es inexpresable e impensable. Por ello, las enseñanzas supremas son sin palabras. 

Mis propias palabras no son la medicina, sino una receta, no un destino, sino un mapa para que lo alcances. 

Cuando llegues allí, silencia tu Mente y cierra tu boca. No analices el Tao.

Esfuérzate, por el contrario, en vivirlo: en silencio, sin división, con todo tu armonioso ser.

Del Hua Hu Ching (Lao Tse)

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