¿Qué hacer cuando nos hieren?
Muchas veces cuando nos hieren fuertemente, o quizás cuando somos nosotros quienes herimos a quienes más amamos, resulta supremamente difícil llegar a perdonar la ofensa, e incluso lograr perdonarnos a nosotros mismos la conducta realizada. Es en estos momentos donde la culpa, el resentimiento, la decepción, el odio o la frustración se anidan en el corazón de la persona y empieza a hacer estragos en su vida.
Todos estos sentimientos negativos, empiezan a consumir a la persona, de manera que su vida deja de ser agradable y placentera y pasa a ser en su lugar, un sinfín de momentos para recordar lo amargo de la situación vivida, este sufrimiento al cual nos aferramos no nos permite sentirnos con libertad y serenidad, sino que se lleva como una pesada carga que decidimos mantener sosteniéndola por mucho tiempo.
Algunas personas creen que el perdón los hace débiles, es común escuchar, “Que perdone Dios porque yo no perdono”.
Pero el perdón lejos de ser un bálsamo de tranquilidad para la otra persona, es importante por la tranquilidad y la paz mental de la persona que se siente ofendida, maltratada, etc.
La importancia del perdón radica en limpiar todos los sentimientos negativos que te causa dicha emoción, liberarte de la rabia, el odio y la amargura y sentirte en paz porque no guardas sentimientos que te dañen tu corazón.
El continuar siendo la misma persona con quien te ofendió, es decisión propia, no se trata de tapar el sol con el dedo, se trata de eliminar de tu corazón lo que te hace daño, que son los sentimientos negativos, y continuar con tu vida, porque estás listo para hacerlo.
Perdonar no es fácil, es un camino que se cruza lentamente y de manera gradual , por ello no lo hagas por el bien de otros, hazlo porque es lo mejor para ti, no cargar emociones tóxicas que destrocen tu tranquilidad.
Fuente: Tu esencia divina
No hay comentarios:
Publicar un comentario