Desde el punto de vista de la Medicina China, el estómago, en conjunto con el bazo (órganos encargados del sistema digestivo), son comparables a un caldero hirviendo llamado “fuego digestivo”, necesario para transformar los alimentos y que estos puedan ser aprovechados por el organismo. Esta visión no difiere mucho de la que tiene la Medicina convencional: el estómago, para realizar la digestión, ha de subir su temperatura interna hasta aproximadamente 40ºC.
La debilidad del fuego digestivo impedirá la completa transformación de los alimentos, conduciendo a una sobrecarga del sistema bazo-estómago, que deriva a menudo en la aparición de trastornos como la retención de alimentos, eructos, vómitos, gases, inapetencia, distensión y dolor abdominal… En cambio, un fuego digestivo demasiado intenso, producirá una sensación de hambre permanente, ácidez, pérdida de peso y puede explicar la aparición de enfermedades como la gastritis o las úlceras.
Por eso, es importante mantenerlo en equilibrio y para ello te hacemos las siguientes recomendaciones:
- Mastica bien los alimentos, con ello favoreces el proceso digestivo.
- Procura no ingerir líquidos durante las comidas. Puedes beber un poco de líquido tibio o caliente (infusión) para ayudar a la digestión.
- Consume la fruta preferentemente en ayunas o entre comidas.
- Si tienes hambre entre las comidas come fruta fresca.
- Procura que las comidas sean sencillas y no te saltes ninguna, haciendo 5 al día.
- La cena debería ingerirse unas 3 horas antes de acostarte.
- Utiliza, para cocinar y para aliñar, aceite de oliva virgen extra.
- Consume preferentemente productos biológicos e integrales.
- Bebe un mínimo de un litro y medio de agua al día.
- Sustituye el azúcar por edulcorantes o miel.
A evitar…
- Evita en lo posible cualquier tipo de alimento frito, además de ser más indigestos aumentan mucho el contenido calórico.
- No consumas grasas saturadas (lácteos, productos industrializados, embutidos, mantequilla). Por otro lado, los azúcares y las féculas, sobre todo refinadas (harinas, pasta, cereales simples de desayuno, etc. ), pueden convertirse en grasas saturadas.
- No comas nunca si tu estado personal está alterado: tensión, irritabilidad, enfado…
- No comas sin hambre.
- Mientras no existan estudios concluyentes sobre su inocuidad, abstente de consumir productos transgénicos o irradiados.
- Evita todo lo posible alimentos que contengan aditivos químicos.
- No son recomendables el azúcar, café, alimentos congelados y helados, y de temperatura energética muy fría, como por ejemplo, el yogurt, el plátano, la sandía y el melón, la pera, el tomate.
- Trata de no consumir sal en exceso.
- Evita el ayuno prolongado.
- Evita comer en exceso alimentos picantes-calientes como el clavo, chilli, pimienta, cayena, jengibre seco, ajo, corteza de canela.
Sigue estas sencillas recomendaciones y seguramente verás un cambio importante en tu digestión
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