EL PUNTO "LAO GONG" (LAO KUNG) EN NUESTRAS MANOS



La imagen de una persona que con sus manos pretende curar a otra, nos es familiar. Cuando el niño se da un golpe, la mamá le pasa la mano por el sitio dañado, y ya está. Cuando nos hacemos daño, se nos va instintivamente nuestra mano a calmar el sitio herido o dolorido, y sentimos alivio. Algo tienen las manos, sí, sin duda.

La imposición de manos se ha practicado desde siempre, en todas las culturas y religiones con fines similares: bendición, transmisión de poder o autoridad, consagrar ofrendas, consagrar a personas al servicio de dios y, sobre todo, para sanar. Sanar con las manos se ha considerado como un arte o un don de dios.

El punto Lao Gong

Desde el taoísmo, y concretamente en chi kung, se nos dice que existe un punto en el centro de cada una de nuestras manos denominado Lao Gong (pronunciado Lao Kung), que se traduciría como “Palacio del Trabajo”. La palma de la mano es el hogar de uno de los más poderosos puntos de acupuntura. 

Los centros o puntos Lao Gong se utilizan en la curación Qi Gong (Chi Kung) como centros de emisión de Chi  hacia otras personas, atribuyéndoles un alto poder de sanación.




Este punto se encuentra  donde caen la punta de los dedos anular y corazón, cuando formamos un puño. Es decir, junto al tercer metacarpiano.




Activar los puntos Lao Gong

Coloque las manos juntas, en posición de oración, delante de su corazón, con los puntos Lao Kung conectados. Separe la manos como unos 3 centímetros. Con la atención puesta en ese espacio dejado entre ambas manos, gire las manos en pequeños movimientos semicirculares, cada una en un sentido, conservando la distancia de esos tres centímetros; es un movimiento similar a rodar una pelotita  sin que se salga de las palmas de nuestras manos. ´Repita este movimiento unas nueve veces. Observe los efectos.

Ahora vaya separando sus manos suave, lenta y relajadamente, hasta unos 15 centímetros entre ambas y vuelva a aproximarlas hasta los 3 centímetros, siempre cuidando de que los puntos Lao Kung se mantengan enfrentados. Repita este movimiento unas nueve veces mínimo.
Los ojos  los puede mantener abiertos o cerrados. Es fundamental que su atención esté totalmente centrada en ese espacio existente entre las palmas de sus manos. 
Lleve sus manos, para finalizar, con esa bola de fuego o chi, a aquella parte de su cuerpo que desee sanar

Conectar ambos puntos Lao Gong.

Ponga su mano izquierda abierta hacia arriba. Coloque el dedo pulgar de la mano derecha, abierta también, sobre el punto Lao Kung de la izquierda, cerrando esta mano sobre el pulgar derecho; gire la mano cerrada sobre el pulgar derecho abrazado, hasta que note que la punta del pulgar izquierdo conecta con al Lao Kung de la mano derecha; cierre la mano derecha ahora sobre los dedos de la izquierda. Busque una postura cómoda quedando las manos entrelazadas con los purgares conectando los Lao kung de ambas manos. Intente la meditación manteniendo la atención en esa conexión de las fuentes de chi.



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