Ha pasado mucho tiempo desde que Huang acostumbraba a charlar con el maestro Zhao, al finalizar las prácticas de Tai Chi, en el Lu Xun Park de Shanghai.
El maestro Zhao había abandonado sus enseñanzas en el Parque, por las limitaciones impuestas por su avanzada edad. Estaba bien de salud, cuidado por su mujer y siempre compañera de enseñanzas. Ahora, Huang mantenía el contacto frecuente con ellos, por video llamada casi siempre.
Con frecuencia, tras interesarse por su salud, Huang, impulsado por esa imperiosa necesidad de llegar al fondo de las cosas, entraba, sin rodeos, en algún tema sobre el que obtener la opinión de su maestro, siempre cargada de sabiduría.
- Maestro Zhao, hoy, me gustaría que hablásemos sobre algunos aspectos relacionados con la Respiración aplicada a la prácticas de Chi Kung y Tai Chi. Siempre la he considerado fundamental. ¿Cuál sería la forma adecuada?
- Bueno, la respuesta genérica sería: de forma natural.
- Ya. Entendiendo que la forma natural es la diafragmática no forzada.
- Efectivamente. Ahora bien, cuando la diafragmática o abdominal ha dejado de ser la habitual, en nuestro día a día, y sólo la practicamos cuando dormimos, tendremos que recuperarla. Y una vez recuperada y practicada conscientemente, aplicarla a nuestras prácticas.
- Pero el flujo respiratorio no es igual en Chi Kung que en Tai Chi, si no estoy confundido. En Chi Kung, en los momentos de expansión, cuando abrimos los brazos, por ejemplo, lo natural es realizar una inspiración, siendo la espiración lo que corresponde a los movimientos de recogida y relajación. En Tai Chi, en cambio, al ser marcial, en su origen al menos, la expansión –el ataque o empuje- debe ir acompañada de la espiración para reforzar la acción.
- No estás confundido. Has aprendido muy bien que, en nuestro Tai Chi, hemos de concentrar nuestra fuerza y energía en nuestra acción de empuje o ataque. Esta es una diferencia esencial con el Chi Kung. No nos confundamos. Aunque los practiquemos juntos, son diferentes, muy diferentes. Practicar Chi Kung es una base necesaria, imprescindible diría yo, para toda practica de artes marciales. Hay escuelas auténticas de Kung Fu, por ejemplo, que no inician a los alumnos en su enseñanza hasta que son practicantes avanzados en Chi Kung. Y la mayoría de los maestros siempre practicamos Chi Kung antes del Tai Chi.
- Sí, es usar el Chi Kung como calentamiento para el Tai Chi, porque no es bueno entrar en Tai Chi directamente.
- Sí… y no. Me explico: no debe hacerse el Tai Chi sin calentamiento, está claro; pero no debemos limitar el Chi Kung a un mero calentamiento para el Tai Chi. El Chi Kung es mucho más que un calentamiento físico. El Chi Kung bien realizado, acompañando los movimientos de nuestra respiración consciente, consigue el equilibrio de nuestra respiración natural y aquieta nuestra mente emocional, consiguiendo ese estado imprescindible de armonía para una ejecución correcta del Tai Chi.
- Entiendo. Y, volviendo a mi planteamiento, cómo ha de ser la respiración para que alcance el calificativo de natural ?
- Una respiración natural tiene las siguientes características: profunda, tranquila, suave, lenta, continua y uniforme.
La respiración se hace profunda, cuando dejamos expandirse el diafragma de forma natural, sin forzarlo.
Se hace tranquila y su flujo es suave, cuando los pensamientos y sentimientos entran en silencio.
Pasa a ser lenta, cuando nuestros pulmones se relajan y la mente entra en quietud.
Y será continua, sin interrupciones, y uniforme, cuando hayamos conseguido aquietar nuestras emociones.
- Sabemos que la respiración natural es diferente según la edad: de niños, es mas larga la inspiración, los adultos la tenemos equilibrada, y, de ancianos, la inspiración es más corta que la espiración. También los estados de ánimo alteran el equilibrio de la respiración. Además, según la neurociencia, la espiración es, y debe ser, más larga que la inspiración para un buen funcionamiento de nuestro cerebro. ¿Esto se ha de tener en cuenta a la hora de practicar Chi Kung y Tai Chi?
-En Tai Chi, como conjunto de movimientos concatenados, al realizarlo en grupo, exige un ritmo común y, por lo tanto, una uniformidad de la respiración, que no debe ser forzada, por lo que hay que hacerlo a un ritmo que sea fácil y asequible para todos. En cambio, cuando lo hacemos en solitario, sí podemos adaptarlo al ritmo de nuestra respiración, pudiendo darse el caso frecuente de acabar con un ritmo más lento que el de comienzo.
En Chi Kung, en cambio, es diferente. Cuando repetimos los movimientos de Chi Kung, puede ocurrir que nuestra respiración se vaya ralentizando y nos pida más lentitud, al igual que la tendencia a prolongar la espiración. Eso puede - y debe - respetarse. Por eso, cuando practicamos en grupo, insisto en que cada uno siga el ritmo de su respiración. Sometemos la uniformidad estética del grupo a la concentración de cada uno en su ritmo de respiración natural, que es lo importante. Y, con el fin de que cada uno se pueda dejar llevar por las exigencias de su respiración y la libertad de movimiento, cuando hay que cambiar de secuencia, es conveniente avisar y esperar a que todos, y cada uno, finalicen. Al igual que, cuando hacemos la imposición de manos sobre alguno de nuestros órganos, durante tres respiraciones conscientes, recordarás que acostumbraba a esperar a que todos y cada uno hubiéramos retirado las manos para continuar el siguiente ejercicio.
-Gracias, maestro. Nunca le agradeceré lo suficiente el bien que recibo de su experiencia y saber. Transcribiré, como en ocasiones anteriores, esta conversación, a los efectos de contribuir a expandir los conocimientos que tan generosamente comparte conmigo.
J L
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