Si deseas crear un nuevo yo, lo primero que debes hacer es desprenderte del viejo. En el proceso creativo, la primera función del lóbulo frontal es la toma de conciencia.
Como tenemos facultades metacognitivas —el poder de observar nuestros pensamientos y nuestro yo—, podemos decidir cómo no queremos seguir siendo... para dejar de pensar, actuar y sentir como siempre. Esta capacidad introspectiva nos permite analizarnos y hacer luego un plan para cambiar de conducta a fin de producir resultados más inteligentes o convenientes.
Allí donde pones la atención, pones la energía. Para usar la atención de forma que enriquezca tu vida, debes analizar lo que ya has creado. En este momento es cuando empiezas a «conocerte». observas las ideas que tienes sobre la vida, sobre ti mismo y sobre los demás.
Eres lo que eres, eres donde estás y eres quien eres por lo que piensas acerca de ti. Tus ideas son los pensamientos que sigues aceptando de manera consciente o inconsciente como la ley en tu vida. Afectan tu realidad tanto si eres consciente de ellos como si no.
Si deseas una nueva realidad personal en tu vida, empieza a observar todos los aspectos de tu personalidad actual. Como los elementos que la componen actúan sobre todo a nivel inconsciente, como programas automáticos, debes mirar en tu interior y observar esos elementos de los que seguramente no eres consciente. Dado que tu personalidad se compone de cómo piensas, actúas y sientes, observa tus pensamientos inconscientes, tu conducta refleja y tus reacciones emocionales automáticas, para ver si son verdaderos y si quieres seguir invirtiendo tu energía en ellos.
Ser consciente de los estados mentales y físicos inconscientes exige fuerza de voluntad, un propósito y una gran atención. Si te vuelves más consciente, estarás más atento. Y si estás más atento, serás más consciente. Si te vuelves más consciente, advertirás más cosas. Y si adviertes más cosas, aumentará tu capacidad de observarte a ti mismo y a los demás, de observar tanto los elementos internos como externos de tu realidad. Y cuanto más observas, más consciente te vuelves de tu mente inconsciente.
El objetivo de la autoconciencia es evitar que se dé de manera automática cualquier pensamiento, acto o emoción que ya no desees experimentar. Y, con el tiempo, tu capacidad para evitar estos estados del ser hará que los circuitos neurales relacionados con tu anterior personalidad dejen de activarse y conectarse. Y al no volver a crear la misma mente a diario, eliminas la configuración vinculada al antiguo yo. Y además, al dejar de tener los sentimientos relacionados con esos pensamientos, ya no les sigues señalando lo mismo a los genes. Impides que tu cuerpo continúe reafirmándose como la misma mente.
Este proceso te permite empezar a «desprenderte de tu mente». A medida que aprendes a conocer los aspectos de tu antiguo yo, te vuelves más consciente. Tu objetivo es desaprender lo que estabas acostumbrado a ser y usar la energía liberada para crear una vida nueva, una personalidad nueva. Porque si sigues con la misma personalidad, no podrás crear una nueva realidad personal. Debes convertirte en otra persona. La metacognición es tu primera tarea para dejar atrás el pasado y crear un nuevo futuro.
Joe Dispenza en Deja de Ser Tu
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