Sogyal Rinpoché
Sobre todo, tienes que estar tranquilo, ser lo más natural y espacioso posible.
Suéltate sigilosamente del lazo de tu angustiado yo habitual, despréndete de toda posesividad y relájate en tu naturaleza auténtica.
Piensa en tu yo ordinario, emocional y agobiado por el pensamiento, como un bloque de hielo o mantequilla al sol.
Si te sientes duro y frío, deja que esa agresividad se funda al sol de tu meditación.
Deja que la paz actúe en ti y te permita recoger la mente dispersa en la atención de mantenerse sereno, y despierta en ti la conciencia y penetración de la visión clara o lucidez.
Descubrirás que toda tu negatividad desaparece, tu agresividad se disuelve y tu confusión se evapora poco a poco como niebla en el cielo infinito e inmaculado de tu naturaleza absoluta.
Sentado en calma, el cuerpo quieto, en silencio, con la mente en paz, deja que pensamientos y emociones, o que aflore, vaya y venga sin apegarte a nada.
¿Cómo es este estado?
Dudjom Rimpoché solía decir:
Imagina un hombre que llega a casa después de una larga jornada de penoso trabajo en el campo y se acomoda en su asiento preferido junto al fuego. Ha pasado todo el día trabajando y sabe que ha conseguido lo que se proponía; no hay nada más de lo que deba preocuparse, no queda nada por hacer y puede desprenderse completamente de todos sus cuidados y preocupaciones, complacido de ser, simplemente.
Imagina un hombre que llega a casa después de una larga jornada de penoso trabajo en el campo y se acomoda en su asiento preferido junto al fuego. Ha pasado todo el día trabajando y sabe que ha conseguido lo que se proponía; no hay nada más de lo que deba preocuparse, no queda nada por hacer y puede desprenderse completamente de todos sus cuidados y preocupaciones, complacido de ser, simplemente.
Así, cuando meditas, es esencial que crees un entorno interior adecuado para la mente. Los esfuerzos y luchas proceden todos de no estar holgado, así que es vital crear ese entorno adecuado para que la meditación se produzca verdaderamente. Cuando el medio y humor son los adecuados, surge sin esfuerzo la meditación.
A veces, no empleo ningún método concreto para meditar. Me limito a dejar la mente en reposo y descubro, sobre todo cuando estoy inspirado, que puedo llevar la mente a casa y relajarme en seguida. Me siento en silencio y descanso en la naturaleza de la mente, no dudo ni pregunto si estoy en el estado mental correcto o no. No hay ningún esfuerzo, sólo comprensión, atención fecunda y certeza inconmovible.
Cuando estoy en la naturaleza de la mente, la mente ordinaria ya no existe. Soy simplemente. Existe una confianza fundamental. No hay nada concreto que hacer.
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