¿Tienes ataques de pánico? Seguramente prefieres vivir con tranquilidad, paz y tener una vida disfrutable: ¿Y por qué no? Estar sereno y sentir confianza en ti y en las cosas que vives y suceden, y poder disfrutar más plenamente de lo que haces y quieres, es algo que te puede parecer quizá muy lejano y confuso. Pero no es así.
Aunque para muchos es un desafío y para otros es en verdad un gran problema que no les deja vivir concentrados ni alegres, es importante que sepas que hay muchas cosas que puedes empezar a hacer para volver a retomar el sentido y tu confianza. Si en verdad lo deseas, verás que poco a poco puedes irlo logrando.
Lo primero: Aprende a Respirar
La respiración es uno de los recursos más efectivos para empezara a atraer paz a tu vida. ¿Por
qué? Porque cuando estás tenso o ansioso la respiración se hace corta y
rápida, y, al no ser profunda, se queda mucha tensión en el área del
pecho, lo que genera un aumento de más tensión y ansiedad. Así que,
cuando sientas ansiedad, desesperación, insomnio o tengas un ataque de
pánico, busca un lugar donde puedas estar a solas, siéntate o acuéstate y
empieza poniendo tu mano en el vientre bajo. Luego, respira
profundamente, pero procurando que sólo tu vientre bajo, donde tienes la
mano, se infle como un globo, lo más que puedas. Cierra tus ojos y
hazlo despacio, lo más despacio que puedas. Luego, exhala y siente como
tu abdomen se desinfla. Repite otra vez, pero visualiza ahora un color
muy lindo, que entra por tu nariz y que llega hasta tus pulmones, y de
ahí se reparte a todo tu cuerpo. Repite estos varias veces y notarás
como en poco tiempo empiezas a notar como se relaja tu cuerpo. Si
deseas, prepara un té de pasiflora o manzanilla bien caliente y bebe a
sobros despacio mientras respiras.
Lo segundo: habla contigo y establece una nueva forma de ver las cosas.
Una
vez que hayas respirado, necesitas empezar a hablar contigo, pues la
desesperación, la ansiedad y los miedos por lo general están asociados a
que no hay un desarrollo espiritual en tu vida que en verdad te
funcione. Hay muchas ideas o pensamientos que pueden circular en tu
cabeza, muchos de ellos desagradables quizá, muchos pensamientos que
quizá no quieras “ni pensar”. Bueno. La mejor forma de esfumar
estos pensamientos o la desesperación es enfrentándola: observa qué
pensamientos te causan miedos o qué cosas te desesperan en tu vida. Trata
de apuntarlos en un cuaderno y si hay algo que en verdad no te guste
ver o saber, simplemente apúntalo, enfréntalo. Y, cuando lo veas frente a
ti, puedes empezar a preguntarte cosas como “¿Por qué pienso esto? ¿Quién me enseñó a ver así las cosas? ¿Por qué no confío en mí? ¿Quién me enseñó a no confiar en mí?”
Trata de observar las cosas que crees en tu vida, porque las creencias son fuertes influencias en nuestra vida. Al
apuntar las creencias o pensamientos que no te gustan o sientes te
limitan, trata ahora de apuntar pensamientos que si te gusten. Por
ejemplo:
“Estoy desesperada por no tener dinero”
“Tengo miedo a que me agredan”
“Temo que mis hijos enfermen o no tengan lo suficiente”
Luego, sustituye por:
“Confío en que yo siempre tendré lo que quiero”
“Me siento segura y amada donde estoy, porque hay algo grandioso en mí que me apoya y sólo desea mi bien”
“Mis hijos siempre están rodeados de amor y sus necesidades siempre estarán cubiertas”
Trata
de elaborar formas de hablarte amorosas y comprensivas. Si no sientes
que cambia tu estado de ánimo, es porque necesitas mucha practica con
esto. Recuerda que tienes algo que se llama libre albedrio, que es la
capacidad que tenemos de elegir lo que pensamos. Y, con nuestros pensamientos, nosotros creamos la vida que tenemos.
¿No sabes a que le tienes miedo?
Si no detectas las cosas a las que le tienes miedo, entonces elabora simplemente una forma de hablarte que te de paz,
dite a menudo que todo esta bien, que confías en la vida y en eso
grandioso que se llama Naturaleza, Dios, etc., y, aunque no sientas una
respuesta inmediata, el estar haciendo esto diariamente acostumbrará a
tu cuerpo a sentrise en paz. Tienes que ser paciente y amoroso o amorosa
contigo, recuerda que el miedo sólo es química en el cerebro que está
ahí porque de alguna forma el pensamiento ahí ha estado enfocado. En el momento en que cambies tu forma de pensar o ver algo, tu química cerebral cambiará y lo sentirás poco a poco.
Una
vez que hayas elaborado frases que te gusten, repite el ejercicio de la
respiración, pero ahora, cada vez que lo hagas, dite la afirmación. Te
recomiendo leer “El Poder está dentro de ti” de Louise L Hay, y repetir este ejercicio sobre todo en las noches y si tienes insomnio pon una música suave y haz esto, dile al cuerpo que se relaje y verás como poco a poco te acostumbras a relajarte. y confiar más.
Lo tercero: una dieta curativa y ejercicio.
Evita
comer azúcar refinada, que en verdad altera y desgasta el sistema
nervioso y no ayuda a que éste sane. Evita además harinas refinadas,
pastas y pasteles o dulces, así como leche de vaca y carnes rojas.
Prepárate diariamente un jugo con vegetales frescos donde incluyas
alfalfa cruda, zanahoria, aloe y un pedacito de jengibre fresco. Bebe
sin colar, recién hecho. Además, bebe en ayunas un té de cola de caballo
para ayudar a depurar el cuerpo, con el jugo de medio limón exprimido.
Además, haz ejercicio. El ejercicio es en verdad una medicina para el cuerpo, además de que descarga energía acumulada, genera endorfinas,
unas sustancias que le ayudan al sistema nervioso a estar más relajado y
a que tu cuerpo se sienta con más gozo, Practica 30 minutos de caminata
o en casa haz estiramientos, pon tu música favorita y baila, verás como
te sientes mucho mejor.
Aprende a quererte para no tener ataques de Pánico.
Practica estos tres tips para empezar a curar el miedo. Ten paciencia y se muy amoroso contigo, el
miedo es parte de una sociedad y una cultura que nos ha enseñado a ser
temerosos, a desconfiar de la hermosura que vive dentro de cada persona. En
algunas religiones se enseña a juzgar y reprimir, a condenar, y eso
hacemos con nosotros, nos juzgamos severamente, nos presionamos por
muchas cosas, por dinero, por no ser agredidos, porque no nos quiten lo
que amamos, porque vamos a morir, por pecar, etc., y aprendemos a que no
tenemos o no podemos ser nunca suficiente. Y todas estas creencias que
sólo limitan, no permiten que seamos felices, nublan la sencillez de
estar vivos y poder crear cada día lo que queremos mediante una actitud
nueva y fresca.
Olvida las creencias que te limitan o te hacen sentir
indigno, temeroso o insuficiente: dentro de ti está todo lo que se
busca afuera, si aprendes cada día a confiar en ti, verás que poco a
poco el miedo se diluye.
Evita ver noticias o leer cosas
desagradables, enfoca en tu pensamiento lo que sí quieres, en lo que
amas, pon tu mano en el corazón y pide lo que necesitas, todos los días,
con verdadera convicción. Y llegará. Y así será. Agradece después este
día y todo lo que has tenido, llora si sientes ganas y deja de sentirte
limitado, porque dentro de ti lo está todo para hacer una vida en verdad grandiosa.
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