Cuando sientas helarse tu alegría ante la sonrisa burlona de otro,
Cuando
veas desfallecer tu corazón ante la desgana de los maliciosos,
Cuando
tu ambición se limite a querer lo que todo el mundo quiere,
Cuando
seas prisionero de los demás, del que dirán...
Revélate
y no admitas otro guardián que la pureza de tu propia conciencia.
Si
tu alma está ligada a un cuerpo indómito,
Si
tu corazón esta sumergido en una sensibilidad exasperada,
Si
tu inteligencia está oscurecida por las pasiones incontroladas,
Si
eres el prisionero de ti mismo, por no saber luchar contra esa
“droga” que te mata a ti y a los que te aman…
Lucha
con ellos para hacerte esclavo de un ideal y ser dueño de tu propio
destino.
No dejes que el volante de tu vida lo conduzca nada que no
se te haya dado por naturaleza.
Si
tus limites son el fruto de tus repulsas,
Si
tu todo no es nada porque no está compartido,
Si
estas vacío por estar demasiado lleno de ti mismo,
Si
eres el prisionero de tu egoísmo...
Llora sobre los muros de tu vida,
Llora sobre los muros de tu vida,
Maldice
tus fronteras,
Rompe
tus cadenas,
Abraza
el mundo que te fue entregado con tus manos liberadas,
y
ruega al amor que no te abandone nunca.
¡Has
nacido para ser libre!
Cuando
la libertad desaparece, el hombre pierde su razón de existir.
No
seas Tú tu propio asesino.
No mates con conductas absurdas el
regalo que te dieron al nacer.
El mayor mal que amenaza a la humanidad no es la bomba atómica, ni las guerras... son las enfermedades que nosotros mismos nos buscamos, cuando enviciamos nuestros cuerpos y olvidamos que es nuestro santuario.
No valen las excusas baratas y manidas, de que las circunstancias de tu alrededor te han llevado a lo que eres y haces... porque nadie te obliga a destruirte a ti mismo, solo hay que decir No.
No a que decidan por mí, yo guío mi destino.
No
a hacer lo que hacen todos, yo sé lo que quiero.
No
a seguir modas estúpidas, yo soy mi modelo.
NO y NO a todo lo que me convierte en un pelele, en una sombra.
NO a encerrarte en ese circulo vicioso que te hace rodar cuesta abajo, hasta destruirte.
Pínchate cada día de esperanza, inhala aires de alegría, fúmate la voluntad a paquetes, bebe copas llenas de optimismo, que te hagan ser ese Ser maravilloso que todos tenemos dentro.
Rompe tus cadenas.
Autor
desconocido.
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