LA ACEPTACIÓN DE NOSOTROS MISMOS




"...Bien, la manera de empezar (a cambiar las cosas) es estando dispuestos a sentir lo que nos está ocurriendo. Se empieza estando dispuesto a mantener una relación compasiva con las artes de nosotros mismos que no consideramos dignas de vivir en este mundo. Si durante la meditación estamos dispuestos a poner atención no sólo en lo que percibimos como confortable sino también en cómo se siente aquello que nos resulta doloroso, con sólo que aspiremos a permanecer despiertos y abiertos a lo que estamos sintiendo, a reconocerlo y admitirlo tanto como podamos en cada momento, entonces algo comienza a cambiar.

La acción compasiva, el estar ahí para los demás, el ser capaz de actuar y hablar de una manera comunicativa, se inicia viendo en nosotros en qué momento comenzamos a calificarnos como buenos o malos. En ese momento particular es posible contemplar simplemente el hecho de que hay una alternativa más amplia para cualquiera de esos dos extremos, que hay un lugar más sensible y trémulo donde es posible residir. Este lugar, si podemos llegar a tocarlo, nos ayudará a adiestrarnos durante toda nuestra vida a abrirnos cada vez más a cualquier cosa que sintamos, a abrirnos más en vez de cerrarnos más. Descubriremos entonces que, a medida que nos comprometemos con esta práctica, a medida que desarrollamos un sentido de celebración de aquellos aspectos nuestros que anteriormente hallábamos tan imposibles de aceptar, algo cambia dentro de nosotros.

Nuestras antiguas pautas habituales comenzarán a suavizarse y empezaremos a ver los rostros y a escuchar las palabras de las personas que nos hablan. Si comenzamos a entrar en contacto bondadoso con lo que sea que estemos sintiendo, nuestros caparazones protectores se disolverán y hallaremos que podemos trabajar con más áreas de nuestras vidas. Según aprendemos a tener más compasión por nosotros mismos, el círculo de compasión por los demás —con qué o quiénes podemos trabajar, y de qué modo— se amplía."

Pema Chödron "Cuando todo se derrumba"

1 comentario:

  1. Gracias por haber colgado esta magnífica lección que a nadie se nos enseñó de pequeños por muy buenos que fueran nuestros Profesores, o muy caros, aquellos Colegios.

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