LOS OJOS INFINITOS DE LA LUZ. Poema Sufí



Uno, uno, uno


Las lámparas son diferentes;
no obstante, la Luz es la misma.
Cuántos focos deslumbrantes
en el puesto moribundo de las lámparas del intelecto;
olvídate de ellos.
Concéntrate en la esencia,
concéntrate en la luz.

Pura y alegre, deshaciéndose lentamente
de su propio fuego sagrado,
la Luz apunta hacia ti de todas las cosas,
de todas las personas,
de todos los cambios posibles de bueno, malo,
pensamiento, pasión.
Las lámparas son diferentes;
no obstante, la luz es la misma.

Una sustancia, una energía,
una luz, una mente luminosa
emanando de todas las cosas eternamente.
Un diamante ardiente y cambiante
uno, uno, uno.


Detente, ábrete, entrégate
al amado silencio ciego.
Quédate ahí hasta que veas
que estás contemplando la Luz
con sus ojos infinitos.
Divan-e Shams-e Tabriz-i


Fuente: Lecturas Advaita


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