En la medicina Tradicional China, todas las enfermedades, las físicas, mentales y emocionales, se diagnostican y tratan como un desequilibrio básico de las energías vitales del sistema humano.
Durante miles de años, los maestros de Qi Gong chinos, han utilizado sus mentes para controlar la energía, y la energía para curar las enfermedades y prolongar la vida.
Hace unos cuatrocientos años, un sanador taoísta y maestro de Qi Gong llamado Chien-wu escribió:
“La energía es una medicina que prolonga la vida. La mente es un aspecto del espíritu que controla la energía. Por lo tanto si aprendéis a utilizar la mente para controlar la energía, os podréis convertir en magos.”
Actualmente, numerosos estudios llevados a cabo en China y en Estados Unidos han establecido los sólidos fundamentos del Qi Gong como un medio de primer orden para prevenir y curar enfermedades.
Para prevenir enfermedades es adecuado establecer un régimen diario de práctica de Qi Gong que nos protegerá de las enfermedades agudas y de las condiciones degenerativas crónicas, fortaleciendo las funciones inmunitarias y la resistencia, regulando las funciones vitales, potenciando la vitalidad y manteniendo el sistema de energía humano en perfecto equilibrio.
Para curar enfermedades y corregir condiciones degenerativas que ya se han gestado, la autoterapia mediante la práctica del Qi Gong se completa con la trasmisión de energía del sanador al paciente.
En ambos, el cuidado preventivo y curativo, la autoterapia a través de la práctica y la trasmisión de la energía del sanador al paciente, el principal agente sanador es la energía libre del universo, y el sistema para proporcionar esta medicina es la mente.
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