Toda práctica de la meditación puede sintetizarse en estos tres puntos fundamentales:
-Llevar la mente a casa
-Liberarse
-Y relajarse.
Llevar la mente a casa significa situarse mentalmente en un estado de mantenerse sereno mediante la practica de la plena conciencia. Llevar la mente a casa es, en un sentido mas profundo, volverla hacia su interior y reposar en su naturaleza. Esto constituye por si solo la meditación más plena.
Liberarse significa liberar la mente de la cárcel de la posesividad, al comprender que todo el sufrimiento y el temor y el desasosiego que sentimos proceden del ansia posesiva de la mente. A un nivel más profundo, el conocimiento y la confianza que proporciona comprender cada vez mejor la naturaleza de la mente produce esa generosidad natural profunda que te permite descargar el corazón de codicia dejándolo liberarse, desvanecerse en la inspiración de la meditación.
Y relajarse significa ser espacio y liberar la mente de tensiones. A un nivel más profundo, te relajas entregándote a la verdadera naturaleza de tu mente, el estado de Rigpa. Es como echar un puñado de arena en una superficie plana; cada grano se asienta por su cuenta. Así es como te relajas en tu verdadera naturaleza, dejando que todos los pensamientos y emociones se calmen y se disuelvan naturalmente en el estado de la naturaleza de la mente.
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