La práctica del Yoga, en todos sus estilos, nace de una misma fuente: el Maestro Sri Tirumalai Krishnamacharya(1888-1989), a quien se le deben todos los conocimientos que permiten que exista el Yoga como lo conocemos hoy.
Krishnamacharya dedicó su vida en los Himalayas a estudiar junto a su maestro Yogeshwara Rama Mohan Brahmachari, retirado en las montañas. Krishnamacharya creyó que se quedaría para siempre allí, pero su Maestro le dijo que se casara, tuviera una familia y enseñara Yoga. Así empezó a compartirse el conocimiento para luego extenderse por todo Asia, y luego por todo el mundo.
En sus orígenes, el Yoga se centraba en reconocer al ser humano como un todo, uniendo espíritu y cuerpo, salud corporal y crecimiento espiritual. Krishnamacharya logró curar muchas enfermedades a través de una práctica ajustada al individuo.
Todos los sistemas de Yoga de la actualidad son, en el fondo, el mismo. Si los observamos con detenimiento, encontraremos como uno se refleja en el otro.
¿Qué tipo de yoga es mejor para mi?
A pesar de este origen común, hoy en día hay muchos estilos de Yoga y, por lo general, en las ciudades no es difícil encontrar un lugar o un instructor con el que practicar cada uno de ellos, o al menos, los más populares.
Algunos de estos estilos se centran más en el aspecto físico y otros, más en el espiritual; algunos tienen objetivos más puntuales y otros tratan aspectos más integrales de la salud física y corporal. A continuación podrás encontrar una descripción de algunos de estos estilos, pero recuerda que existen muchos más, y puedes investigar hasta encontrar el que sea perfecto para ti.
Hatha Yoga: Introducción a la práctica
El Hatha Yoga es el más difundido en occidente en la actualidad. Muchas personas conocen el Hatha Yoga como Yoga, pensando que es el único estilo. Es el yoga de las posturas.
En su origen, la combinación de posturas pausadas y respiración estuvo pensada para preparar el cuerpo para la meditación, pero como todo Yoga ésta es una práctica holística en sí, que tiene en cuenta todos los aspectos de las personas.
Se puede practicar en todas las edades, niveles de habilidad y condición física, comenzando por las posturas más simples y avanzando hacia variaciones más complejas, por eso es excelente para cualquier persona que quiera comenzar a conocer el Yoga.
Como las posturas se mantienen estáticas bastante tiempo, a algunas personas puede resultarle aburrido, sobre todo a quienes están acostumbrados al ejercicio intenso y aeróbico y disfrutan de los deportes. En cambio, es ideal para los que no gustan mucho de hacer ejercicio pero quieren hacer alguna actividad corporal para estar saludables.
Además, incrementa la flexibilidad y fortaleza.
Power Yoga o Ashtanga Vinyasa: Para deportistas
Ashtanga es el “Yoga de la meditación”, y “Vinyasa” es movimiento. Este estilo es físico, como el Hatha, y los movimientos se realizan de forma fluida, como en el Ashtanga, pero tiene la diferencia de que se hacen de forma más dinámica y vigorosa.
Es el estilo más elegido por deportistas, bailarines, o personas a las que les gustan los deportes en general. También tiene mucho éxito entre los jóvenes. Flexibiliza el cuerpo y algunas posturas son todo un desafío.
Kundalini Yoga: Para energizarse
En este tipo de Yoga las posturas son sencillas pero se mantienen durante un tiempo prolongado, trabajando así la resistencia física. La práctica es energizante, pero al final se trabaja fuertemente la relajación. Por eso, es beneficioso tanto para personas que buscan activar su energía como para quienes desean llevar un ritmo de vida más calmo. En este tipo de Yoga tienen mucho protagonismo los mantras, los cantos y la relajación.
Iyengar Yoga: Para corregir la postura
Es una práctica enfocada hacia la alineación del cuerpo en cada postura. Utiliza cerca de 200 asanas tradicionales y 14 ejercicios de pranayama que se realizan atendiendo a la alineación de la columna.
Es ideal para quienes desean corregir su postura y requiere de mucha supervisión profesional para que realmente tenga este efecto y no el contrario.
Tiene mucho en común con la fisioterapia, es yoga para sanar el cuerpo.
Acroyoga: Para acróbatas y bailarines
Como lo indica su nombre, este estilo combina el Yoga con elementos de la acrobacia, el arte circense y el juego. Es una práctica moderna y no tan tradicional, pero ideal para personas que disfrutan del yoga y también de la danza, de la acrobacia y buscan una práctica integral.
A diferencia de otras prácticas, se trabaja en equipo.
Kripalu Yoga: Para desarrollar la espiritualidad
Kripalu es un estilo de Hatha yoga pausado, meditativo y orientado hacia la auto-observación y el contacto con el ser.
Está conformado por posturas tradicionales, pero practicadas con conciencia, en conexión con el lenguaje del cuerpo y en profundidad.
Sus prácticas incluyen posturas estáticas, pranayama, meditación y relajación. Está orientado a despertar el prana, o energía vital.
Ashtanga Yoga: Un camino de autoconocimiento
El “Yoga de los ocho pasos” adhiere a ocho preceptos: prohibiciones o abstinencias, reglas u observaciones, postura, control de la respiración, control de los sentidos, concentración, meditación, y contemplación o meditación más profunda.
Se recomienda para eliminar el estrés, y también, por abarcar muchos aspectos de la personalidad, para corregir adicciones, aprender a autocontrolarse y para personalidades exigentes.
Es ideal para quienes están en la búsqueda de un autoconocimiento profundo.
Fuente: Uakis
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