LOS DESEOS

Un emperador estaba saliendo de su palacio para dar un paseo matutino cuando se encontró con un mendigo. Le preguntó:
-Qué quieres? 
El mendigo se rió y dijo:
-Me preguntas como si tu pudieras satisfacer mi deseo. 
El rey dijo:
-Por supuesto que puedo satisfacer tu deseo. ¿Qué es? Simplemente, dímelo. 
Y el mendigo dijo:
-Piénsalo dos veces antes de prometer. 

El mendigo no era una mendigo cualquiera, había sido el maestro del emperador en una vida pasada.Y, en esa vida, le había prometido "vendré y trataré de despertarte en tu próxima vida. En esta vida no lo has logrado, pero volveré…" 

El rey insistió:
-Te daré cualquier cosa que pidas.Soy un emperador muy poderoso, ¿qué puedes desear tu que yo no pueda darte? 
El mendigo le dijo:
-Es un deseo muy simple.¿Ves aquella escudilla? ¿Puedes llenarla con algo? 
-Por supuesto-dijo el emperador. Llamó a uno de sus servidores y le dijo: 
-Llena de dinero la escuadrilla de este hombre. 

El servidor lo hizo…y el dinero desapareció. Echo más y más y, apenas lo echaba, desaparecía. La escudilla del mendigo siempre estaba vacía. 
Todo el palacio se reunió. El rumor se corrió por toda la ciudad y una gran multitud acudió allí. El prestigio del emperador estaba en juego. Les dijo a sus servidores: 
-Estoy dispuesto a perder mi reino entero, pero este mendigo no debe derrotarme. 

Diamantes, perlas, esmeraldas…los tesoros se iban vaciando. La escuadrilla parecía no tener fondo. Todo lo que se colocaba en ella desaparecía inmediatamente. Era el atardecer y la gente estaba reunida en silencio. El rey se echó a los pies del mendigo y admitió su derrota, diciéndole:
-Has ganado. Pero antes de que te vayas, te pido que satisfagas mi curiosidad, ¿de qué está hecha tu escudilla? 
El mendigo sonríó y dijo:
-Esta hecha del mismo material que la mente humana. No hay ningún secreto…Simplemente, esta hecha de deseos humanos. 

(Relato Zen, de autor desconocido)

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