Mientras te sigas engañando a ti mismo y achaques y repartas las culpabilidades de lo que te ocurre a los demás, estarás dando la espalda a la verdad. Y, fuera de la verdad, no encontrarás jamás paz en tu corazón.
Cuando culpas a los demás de lo que te ocurre, estás depositando el control de tu vida en sus manos.
En la dirección de tu vida tú eres más importante que todos los demás y que todas las circunstancias que te acompañan. Ponlo en práctica.
Darío Lostado
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